El desayuno es una de las comidas más importantes del día, ya que no es un simple horario o momento, sino que, como su nombre lo indica, es romper el ayuno. Nos provee la energía que consumimos para arrancar el día. Por lo que si esta comida es incompleta, durante el resto de la jornada tendremos excesos, más apetito y demás.

Muchas veces nos preguntamos qué debe tener nuestro desayuno para que sea perfecto. En simples palabras, debe contener principalmente:

• Proteínas: las proteínas que nos proveen los huevos y sus claras en el desayuno, son ideales porque podemos hacerlas de diferentes formas: omelette, revueltos, tortillas, panqueques, etc. Otras fuentes de proteínas que podemos incluir en esta comida son los quesos (ricotta, por salud, cremoso y untables, todos descremados) y las carnes (pollo, salmón rosado, etc).
  
  
• Carbohidratos: los carbos complejos o integrales son los que preferentemente debemos consumir. La avena es energía de excelente calidad, dura más tiempo, sacía más al contener fibra y además hace trabajar al cuerpo. Otra opción son los panes integrales, pan de salvado y galletas de arroz integral.
  
  
• Grasas insaturadas: las grasas insaturadas o buenas, son las que debemos consumir, podemos encontrarlas en la palta, frutos secos (almendras, castañas y nueces), en el aceite de oliva y la mantequilla de maní. Éstas controlan nuestras hormonas, la insulina y ayudan a la pérdida de grasa.

Ahora bien, si realizamos un desayuno con pan criollo estamos aportando a nuestro cuerpo no sólo carbohidratos almidonados refinados, sino también mucha grasa y sodio. Esta grasa que contienen es del tipo saturada que, en exceso a lo recomendado, aumentan el riesgo en los niveles de colesterol, aterosclerosis, problemas en el sistema nervioso central, descontroles hormonales, etc. Además, al no contener fibra no vamos a saciarnos y al rato vamos a sentirnos con apetito nuevamente.

| En nuestro Diccionario podrás ver la información nutricional de los criollitos. |

Por otra parte, si a nuestro desayuno lo acompañamos con pan integral, vamos a aportar carbohidratos almidonados complejos y, en algunos casos, semillas o cáscaras de semillas. Estos componentes, enlentecen nuestra digestión, generan más gasto calórico, no elevan tanto la glucosa en sangre y nos aportan más saciedad, lo que nos va a permitir pasar más tiempo sin apetito.