Existen distintos tipos de celulitis y saber cuáles son ayuda a entender las causas y formas de combatirla pero primero, lo primero.

La celulitis tiene que ver principalmente con un problema de circulación, afecta más que nada a mujeres y es una desestructuración del tejido graso subcutáneo, lo que altera la apariencia de la piel. Se caracteriza por la aparición de hoyuelos alrededor de los muslos, glúteos y otras áreas del cuerpo donde hay zonas de grasa cercanas a la piel. Se trata de una infección cutánea bacteriana común que puede llegar a ser potencialmente seria.

Si bien hay varias clasificaciones, nos basaremos en una que considera cuatro tipos diferentes de celulitis:

Se presenta en mujeres jóvenes que realizan actividad física y cuyos tejidos son firmes, tonificados y no presentan edema. Se reconoce fácilmente, porque es muy difícil de pellizcar (parece que la piel y los tejidos formen un solo bloque compacto). Además, la piel suele estar sometida a tanta presión de los tejidos que incluso se rasga, provocando las antiestéticas estrías. Suele ser dolorosa.

Es la más común de todas. Se caracteriza por su flaccidez extrema y su aspecto gelatinoso. El tejido de la zona afectada no presenta consistencia hundiéndose al tocarlo y moviéndose con claridad con los cambios de postura. Suele estar bastante extendida en muslos y glúteos y no suele resultar dolorosa, aunque sí que puede llegar a producir cierta sensación de pesadez. Suele darse en mujeres que no realizan ejercicio físico o que han bajado de peso rápidamente, sin un correcto entrenamiento, lo cual no se ha generado masa muscular, quedando el tejido suelto.

Presenta un edema acentuado por retención de líquido y muchas veces aumenta el tamaño de las piernas. Las piernas se hinchan y engordan hasta adoptar un aspecto totalmente recto, como dos grandes columnas. También suele resultar, en algunos casos, un poco dolorosa al tacto y pueden apreciarse los nódulos, al igual que ocurre en los casos de celulitis blanda.

Presenta retención de líquido y flaccidez, lo que da como resultado una celulitis edematosa-flácida.

A su vez, cada tipo de celulitis se puede dividir en grados de gravedad:

Sobre qué tipo de actividad es recomendada para quienes sufren de este problema circulatorio, algunos médicos recomiendan los ejercicios isométricos realizados con complementos, en los cuales se realiza una contracción muscular para vencer una resistencia estática.

Lo ideal sería realizar dichos ejercicios dos veces por semana dentro de una cámara hiperbárica ya que se estimula la microcirculación, favoreciendo un drenaje natural de los miembros inferiores, lo que aporta oxígeno al fibroblasto y evita de esta forma la acumulación de mucina, y en consecuencia deteniendo el avance de la celulitis.

Un mínimo de 2 veces por semana es importante pero la frecuencia es fundamental para adquirir hábitos y el cuerpo entiende de reiteración y repetición de estímulos.

A su vez, es importante el complemento con una actividad cardiovascular. En esto, se suele creer que el impacto afecta a la celulitis, por eso está la disyuntiva entre correr o no.  Sin embargo, algunos médicos están a favor de esta actividad.

Estos profesionales indican que correr no es en sí un tratamiento pero ayuda muchísimo y es un excelente complemento para mejorar la celulitis. Mejora la oxigenación cutánea, mejora la circulación, elimina la grasa intramuscular y disminuye la grasa subcutánea, aumenta la actividad celular, aumento de la masa muscular y muy importante, el desarrollo de la capacidad aeróbica.

Sin embargo, en este punto es importante y recomendable minimizar los entrenamientos sobre superficies duras. En los casos donde no existe otra alternativa que correr frecuentemente sobre superficies de cemento lo mejor es tomar conciencia y responsabilidad en la elección de su calzado con el fin de mejorar el rendimiento y mejorar los efectos del rebote constante contra la superficie dura.

En fin, toda celulitis es combatible con hábitos constantes, sostenidos en el tiempo.

Siempre volvemos a las bases, los hábitos son todo, ¡no busquemos magia! ¿Tratamientos estéticos? Ayudan como complemento, algunos como mesoterapia, ultracavitación, presoterapia, entre otros, pero si optás por mejorar tus hábitos, no vas a necesitar de ellos y te ahorrarás mucho dinero y tiempo, que podés dedicar a tu salud, de verdad.