Una consulta que suele ser muy frecuente, es si es lo mismo correr en la cinta o al aire libre.

Existen bastantes diferencias, a pesar de ser la misma actividad, ya que ciertos factores hacen que se sienta diferente y, a su vez, se obtengan resultados diferentes. Vamos a ver un poco en qué difieren y a cómo podemos asemejar los resultados en esta actividad.

Al correr en cinta, dado el entorno donde se practica, puede que en ocasiones nos dejemos llevar por la inercia y desviemos nuestra atención como si estuviéramos en automático.

Correr en cinta puede resultar más cómodo que hacerlo afuera, un poco por la situación climática que mencionamos y otro por el modo automático que también dijimos anteriormente. Esto en realidad implica un punto más para el aire libre, ya que nuestro cuerpo necesita el desafío y le hace bien entrenar a consciencia.

Sin embargo, si se entrena en horarios que pueden ser inseguros, hacerlo puertas adentro vale. Luego te comentaremos cómo hacerlo más entretenido y desafiante.

La superficie genera también diferencias a la hora de correr, ya que en la cinta implicaría más bien desplazarse, no habiendo "peligros" del relieve, lo cual cuando se está en una situación más delicada puede generar una posibilidad para hacer esta actividad.

Si se quiere trabajar más adecuadamente para mejorar la funcionalidad muscular, es mejor desafiar la estabilidad de nuestras articulaciones.

Por la razón que comentábamos biomecánicamente, si no se genera un desafío y sólo nos desplazamos a un mismo ritmo, el cuerpo se pone en modo automático y no genera consciencia de la actividad que está haciendo, lo cual convierte a la actividad en algo pasajero, no educa al cuerpo para el movimiento como sí lo hace correr a consciencia.

Se puede modificar esto realizando juegos de velocidad y de inclinación. Podemos hacer un gran entrenamiento si utilizamos todo lo que la máquina nos ofrece.

Correr al aire libre, tiene el plus o la desventaja en ocasiones, del clima. Es decir, puede ser ventaja, ya que enfrentar nuestro cuerpo a situaciones que lo desafíen lo hace más fuerte y, a su vez, eso genera una mejora en el sistema inmunológico y un gasto calórico mayor.

Sin embargo, si hace mucho frío, calor o si llueve, puede llegar a dar pereza y correr en la cinta permite entrenar a pesar de cualquier dificultad climatológica.

Al comparar las condiciones en las que se puede dar esta actividad, podemos decir que correr al aire libre prepara al cuerpo para volverse más fuerte, para mejorar la inmunología de nuestro organismo, para hacer más funcional el sistema muscular, y a la vez es más motivante y liberador.

Sin embargo, entrenar en la cinta tiene un beneficio, ya que si se utilizan las herramientas de la misma se pueden conseguir resultados deportivos como sostener un ritmo para un objetivo determinado, se pueden hacer trabajos de velocidad, se puede trabajar con distintas inclinaciones trabajando las subidas de diferente grado, entre otros tipos de trabajo.

Entrenar en cinta tiene también la ventaja de ser más seguro, ya sea por situaciones de clima o de horario. Dependiendo del objetivo es que ambas modalidades pueden beneficiar este tipo de actividad, siempre que se juegue con todo lo que podamos para aumentar el desafío y que nuestro cuerpo pueda aprender cada vez más moviéndose.