Para empezar, debemos ir sacando de nuestros días los productos procesados y en cambio sumar alimentos naturales. Esto también tiene que ver con reemplazar todo lo refinado (industrial), por lo integral, que es todo aquello que no ha perdido su cáscara y por lo tanto su fibra.

Así también podemos reemplazar estos productos por otros menos dañinos. Por ejemplo, reemplazar las gaseosas comunes por las que vienen sin azúcar. Si bien no recomendamos su consumo cotidiano, cuando deseemos consumirlos, es mejor disfrutar la versión menos nociva. Esto se traslada también a postres y dulces, en los que podemos optar por lo que viene con menos carga de azúcares. Es esencial que nuestra alacena note este cambio e ir poblando los estantes con alimentos de verdad, alimentos que nutren por los alimentos que enfermaban.

En la siguiente lista, les compartimos algunos reemplazos de comidas "FAT" por las que consideramos "FIT", para conseguir el logro de nuestros objetivos y llevar una vida más saludable.