Entrar al Panel

¿Y si disfrutamos tener hábitos saludables? (Podcast)

¿Y si disfrutamos tener hábitos saludables? (Podcast)

El objetivo de este podcast, es que logres entender la importancia de convertir en hábitos aquellas acciones que nos hacen bien y disfrutar realizarlas, por el solo hecho de sentir que estamos haciendo algo bueno por nosotros mismos.

Para poder abordar esta temática, va a parecer que nos vamos por las ramas, pero en realidad son muchas las variantes que tienen que ver, lo que torna importante tocar algunos puntos como la frecuencia y constancia de estímulos, las adaptaciones fisiológicas y mentales de los humanos, un poco de genética, un poco de historia evolutiva. En fin, un poco de todo, ya que nuestro cuerpo hoy, tiene un complejo recorrido detrás. Vamos a comenzar yendo unos cuantos siglos atrás...


Hábitos prehistóricos

Para poder entender qué es lo que le hace bien a nuestro cuerpo, debemos entender qué es lo que necesita y esto tiene un trasfondo de unos cuantos años.

Seguramente han escuchado decir que los humanos están genéticamente diseñados para moverse y esto se debe a que poseen el gen de la era Paleolítica.

El paleolítico es etimológicamente conocido como la edad de la piedra antigua y en esta etapa el hombre era conocido por ser nómada, eso quiere decir que su estilo de vida se caracterizaba por tener un desplazamiento continuo o periódico para suplir sus diferentes requerimientos. Es decir, que para poder satisfacer sus necesidades, como la de dormir seguro, debía moverse; para poder cubrirse de condiciones climáticas adversas, debía buscar refugio, por ende debía moverse; para poder comer debía cazar, por lo que también debía moverse; para poder escaparse y no ser presa de otro animal, debía moverse, y moverse muy, muy rápido… así, para prácticamente todas las tareas que le requería sobrevivir.

Llevar este estilo de vida, en movimiento, ayudó a que a nuestros ancestros paleolíticos adquirieran cierto aspecto que le solemos adjudicar según numerosos estudios con un físico magro, fuerte y fibroso.

A su vez, aunque no tengamos la certeza, también podemos sumar a las características del hombre de esta época un dato no menor, y es que las expectativas de vida saludable eran mayores.

Son muchos los estudios que señalan que los paleolíticos se enfermaban menos de patologías como las que hoy enfrentamos, principalmente las que tienen su causa principal en la obesidad, como la diabetes, la insulinorresistencia, el síndrome metabólico, los problemas cardíacos, entre otras; o también de patologías relacionadas al estrés que estamos sufriendo como sociedad. No es que antes no sufrían de estrés, pero lo resolvían al mantener un estado de alerta y de movimiento constante, mientras que hoy, no solo que más del 60% de la población es sedentaria o semi sedentaria, sino que a su estrés lo resuelven con hábitos poco convenientes para la salud, como alimentarse en cantidades no adecuadas ni de calidad, o fumar, beber, etc.

Pero retomando un poquito el problema de las estadísticas y probabilidades, si bien es cierto que la expectativa de vida de antes con respecto a la del hombre de hoy era menor, ya que estamos hablando de una esperanza de vida de 35 años contra una de 70 aproximadamente, no debemos obviar, que en esta comparación entran muchas variantes como la del contexto en el que vivían nuestros ancestros y el contexto en el que vivimos hoy. Lo cual no es un dato menor, ya que la mayor causa de muerte de aquella época era la de sufrir diferentes accidentes, y estos accidentes no tenían su origen principal en cuestiones de salud, sino que se debían más bien a catástrofes naturales o a cuestiones relacionadas a la supervivencia, como ser la presa de algo más dentro de la cadena alimenticia.


Alimentación prehistórica

El punto en esta cuestión, está en resaltar que la esperanza de vida saludable era mayor y eso debe principalmente a dos puntos muy importantes. Por un lado, el grado de movimiento que tenían, y por otro lado, a la alimentación, la cual se basaba en comer de manera más natural, con verduras, frutas, carnes.  El foco de esto está en que gracias a la comodidad de nuestro contexto actual, hoy la causa de muerte por accidentes naturales y los posibles factores que pudieran provocar cuestiones de este tipo se han reducido. Hoy, esta problemática es menor, pero

hay un trasfondo, que merece la pena analizar y reflexionar, y es que nosotros mismos estamos causando nuestra propia causa de muerte, nuestras propias enfermedades, nuestros propios problemas, teniendo la posibilidad de controlar la mayoría de las variables que podrían causarnos daño, elegimos no prestar atención a lo que nos hace bien.

Entonces, ¿cómo pretendemos gozar más salud en nuestros años de vida, si no atendemos las bases de lo que necesita nuestro organismo? Es decir, si mínimamente no buscamos movernos y encima comemos mayormente alimentos procesados y le sumamos que también descansamos poco o mal y exigimos nuestra mente sin atender lo que ella realmente siente.

Parece que estamos haciendo las cosas al revés, y eso debe ser un trabajo que cada uno debe proponerse hacer de manera personal, mejor si luego pudiera contagiarlo. Sabemos que el cambio empieza por uno mismo.

Evidentemente, se entiende que hay cosas que han cambiado, que hacen más tedioso el camino a tomar las decisiones correctas, como algunas industrias y la publicidad, que brindan cierta información con intención de sacar ventaja económica, pero bueno, estos son temas que ameritan tratarlos profundamente por su cuenta.

El punto, es que hoy  tenemos muchas comodidades y es más fácil abrir un paquete de galletas o pedir comida hecha que cocinar, lo que te suele limitar a depender y tener que escoger de sus opciones, que sabemos no siempre son las más saludables. De la misma manera que hoy también es más fácil ir en auto a todas partes que caminar o usar una bici, o que tomar el ascensor que subir las escaleras.

En fin es cierto que hoy tenemos un confort y un contexto que cada vez nos exige menos movilidad, pero debemos reflexionar sobre estas comodidades, cuáles nos benefician y cuáles no…. ¿alguna vez te preguntaste el precio de quedarse en ellas?

El quedarnos en esa comodidad y no atender a esos hábitos que nos hacían más saludables, es lo que hoy nos está llevando a que más de la mitad de la población mundial sufra de enfermedades derivadas de una alimentación incorrecta y de la falta de ejercicio, más que cualquier otra cosa. No es que para volver a lo que a nuestros genes le hacía bien, sea necesario salir a cazar nuestra comida, o dormir en cualquier lado o algo por el estilo, con algunas cositas que cambiemos e incorporemos, si es que no lo hacías, ya podemos empezar a hacer la diferencia.


Si comenzás a moverte un poco más cada vez que puedas y sumás por lo menos una hora de ejercicio, en lo posible todos los días, vas a estar no solo salvando tu salud y tu calidad de vida, sino que también tus genes, y eso incluye a los de tu familia, a los de tu comunidad. El proceso de adaptación que ha sufrido nuestro organismo a este estilo de vida poco saludable que viene de hace bastante tiempo, ya nos está llevando a heredar cierta predisposición a sufrir enfermedades como las que hemos nombrado con anterioridad. Pero ojo, esto que ponemos en cuestión, no es para creer que está todo perdido, porque uno muchas veces prefiere echar la culpa a la herencia, y no ocuparse. Pero por si no lo sabías, los genes que heredamos solo predisponen, no determinan.

Es tu estilo de vida el que va determinar tu destino, el que va a decidir qué hacer con esos genes.

Entonces, ponemos todo en cuestión, porque nuevamente las armas para revertir la realidad, de hoy ¡están en nosotros!, en nuestras decisiones. Si nos ponemos a pensar, empecemos con lo mínimo: una hora diaria de ejercicio, por ejemplo, es solo el 4% de tu día. ¿No te parece dedicarlo a lo que debería ser prioritario en tu vida?

En este punto, es importante entender que cuidar tu cuerpo, atenderlo y disfrutarlo, no debe ser considerado un lujo como lamentablemente está visto hoy en día. Normalmente ese tiempo para entrenar nos lo solemos dar en nuestro tiempo libre si es que nos queda, porque le damos prioridad a otras actividades antes. Primero está ver si nos quedan ganas, preferimos ver una serie o juntarnos a socializar, y el ejercicio es una necesidad para nuestra salud. Tiene que estar primero en nuestras prioridades.

Más allá de las posibles enfermedades que ya hablamos, debemos ser conscientes de que si no estamos bien con nosotros mismos, no vamos a poder estar bien con el resto de nuestros seres queridos, ni vamos a rendir como podríamos en nuestro trabajo, ni vamos a ser ciudadanos saludables y productivos en esta comunidad.

Fuimos hechos para movernos: la necesidad de realizar alguna actividad física está en nuestros genes desde hace años y hoy la necesitamos más que nunca.


Volver a los buenos hábitos

Todos los días tenemos la posibilidad de decidir y empezar a accionar para cambiar o tomar las riendas de nuestro destino. Por lo que te vamos a invitar a que te pongas a prueba y comiences a cambiar tu estilo de vida por uno que priorice tu salud, por uno que incluya moverte.

Debés hacer hábito lo que te hace bien, es decir, hacer rutinarias las acciones que te llevan a estar mejor. Cuando se comienza con los cambios, nos resistimos, nos cuestan, nos sacan de la comodidad que hablamos anteriormente. Pero también, cuando te acostumbrás a estar bien, te sentís cómodo, a gusto, con más energía y más rendimiento en todas las actividades, feliz con vos mismo.

Podríamos comenzar por simplemente empezar a accionar aunque cueste y luego ver qué pasa. Numerosos estudios sostienen que los humanos somos seres adaptativos por excelencia, por lo que todo lo que repitamos por un tiempo, podemos hacerlo costumbre y, más específicamente, si repetís una acción todos los días durante 21 días, ésta se vuelve un hábito y ya no tendrás que pensar en que es un gran esfuerzo tener que hacerla.

Entonces, te retamos a que comiences hoy a:
  • Quererte más, cuidándote, para eso debes mover tu cuerpo y comer saludable.

  • Definir metas, es decir, a proponerte objetivos y hacer todo por cumplirlos, ya que te hace encontrarte en un juego en el que te pones a prueba continuamente y superas límites que creías impensados.

  • Intentar verte y sentirte bien. La salud es belleza interior y exterior. Si estás bien por dentro, se nota por fuera.

Si lo pensás bien, debés hacer el esfuerzo por 21 días y luego sentirás que esas acciones son parte de tu vida.

¿Y por qué es importante que lo tomemos como un estilo de vida y no nos obliguemos a seguir determinadas reglas?

Primero, porque si querés que algo sea para toda la vida, no se puede hacer las cosas sin saber por qué se realizan. Conocer y entender los fundamentos te liberará de la esclavitud de las reglas, para abrir tus conocimientos al saber. Por alguna razón un sabio dijo, “el saber nos hace libres”. ¿Libres de qué? Libres de elegir, de optar, de entender y de ser conscientes de cada decisión.

Por otro lado, debés tomarlo como un estilo de vida, en el cual disfrutes el hecho de cuidarse.

Hago referencia a que si lo realizás como pena, cada vez que hagas algo que “no es saludable”, como comer pizza o beber alcohol, definitivamente no vas a disfrutarlo porque vas a estar relacionando lo saludable con el castigo y te vas a sentir permanentemente en penitencia. Y no se puede vivir constantemente sin disfrutar, ¿cierto?

Animarse a tomar las riendas

Es por esto que queremos hacerte ver que se torna importante que visualices, una vez que lo pruebes en carne propia, los beneficios de este estilo de vida, siendo consciente de cómo tu estado físico mejora, como también lo hacen tu energía, tu humor y cómo te ves, entre otras cosas. Es fundamental animarse a probar los hábitos que sabemos que son buenos para nuestro organismo, para que realmente puedas sentir y escuchar a tu cuerpo notando su mejoría.

Tomaremos como ejemplo el entrenamiento. Hay personas que se sienten a gusto y otras que no, sin embargo, es inevitable el bienestar luego de una sesión de ejercicio, teniendo en cuenta el cambio de humor, de energía, la baja de estrés y también esa sensación de realización y de orgullo por haber hecho el ejercicio del día.

Si lo mantenemos en el tiempo, los cambios tanto saludables como estéticos ¡son increíbles!

Entonces, ¿por qué no centrarnos en los efectos que podemos provocar con nuestras acciones? 

Suponé que hacés un giro de 180° y te concentrás en lo que sentís luego de, por ejemplo, comerte una hamburguesa gigante con pan, papas fritas, gaseosa y helado de postre. Puede ser que mientras la comas lo disfrutes, sin embargo ¿cómo te sentís después? Seguramente tendrás hinchazón, acidez, poca energía, malestar general. Mucho peor si repetís esto constantemente. Tu cuerpo lo empieza a notar de diferentes maneras, en la piel, en la acumulación de grasa corporal, en el desarrollo de algunas patologías como la diabetes y otras de menor grado, con el colesterol alto, resistencia a la insulina, desarreglos hormonales, etc. Ligado a esto, también te acompañará el sentimiento de culpa por no gozar de una buena salud y de no verte como quisieras.

Es así, aunque no lo creas, tenés el control de tu vida, tanto para hacer el bien como para hacer el mal. Las excusas de no tener tiempo, de la vida social constante, no te ayudarán. ¿Qué es más importante que vos mismo? El tiempo que no dedicás hoy a cuidarte, va a multiplicarse cuando debas hacerlo por obligación y diagnóstico médico. Suena exagerado pero no lo es.

Todo lo que hacemos, tiene consecuencias, ya sea al instante o en el tiempo, por lo que debemos pensar antes de elegir qué es lo que queremos para nosotros y por qué. Entendemos que hay mensajes que trasmiten que el placer está en, por ejemplo, tomar cerveza con amigos, pero ¿no lo está también en juntarse a jugar al fútbol? Debemos decodificar los mensajes y no dejar que nos influyan negativamente. No debés dejar que te vendan lo que a otros les conviene, ya que, como venimos diciendo, el saber te hará libre de elegir.

Y siempre podés elegir, solo debés ser consciente de ello, guiándote por la verdad y consciencia en los efectos.

Sos el autor de tu propia vida, vos decidís cómo vivirla. Que sea con salud y con calidad.


Escuchá el podcast completo acá ⬇️
 
¿Necesitás asesoramiento personalizado?
Decidite y comenzá ahora a mejorar tu estilo de vida.
Contamos con un equipo de profesionales dispuestos a ayudarte.
¡Dejá tu Comentario!
Copiar URL para Compartir


Esto te puede interesar
Dieta o Ejercicio: ¿qué priorizar?
No se trata solo de glúteos bonitos
¿10 kg menos en un mes o 10 kg menos para siempre?
¿Es mejor correr en cinta o al aire libre?
¿Qué hacer si no te gusta el cardio?
Últimas Notas Publicadas
Tu propio camino
Elevaciones de piernas
Beneficios de la música y el baile
Hidratación, ¿qué hay que saber?
Nunca es tarde para comenzar a entrenar
Las 5 Notas más vistas
Ejercicios para trabajar glúteos
Conocé tu biotipo
¿Es correcto reemplazar la cena por un batido de proteína?
Construí tu propio gimnasio
¿Cuál harina elegir?