Estamos haciendo referencia a una temática relacionada al cuerpo que tiene una persona y al cuerpo que se puede o se quisiera conseguir. Por eso, se torna interesante poder hablar de ciertas cuestiones que tienen que ver con la percepción de los cuerpos.

La realidad es que todos somos únicos. Todos tenemos características que nos hacen ser diferentes y nos dan nuestra esencia. Poseemos una carga genética, que nos posibilita ciertas cosas y nos dificulta otras, pero lo importante en todo esto es conocerse uno mismo, aceptarse, quererse y buscar nuestra máxima expresión de salud, que es la que consideramos nuestra mejor versión.

Estamos al tanto de que la industria de la moda, las publicidades en general y los mensajes que se emiten de alguna manera en los diferentes medios, generan estereotipos de lo lindo y lo feo, lo bueno y lo malo, lo que debería ser y lo que no. Estos mensajes, no solo están muy bien pensados para provocar cierta influencia, sino que al hacerlo determinan estilos, reglas, valores que conforman nuestra cultura, llegando al punto de crear modos de percibir la realidad y guiándonos en nuestros gustos, actividades, sentimientos, etc.

Si bien es cierto que podemos llegar a adoptar características de un tipo de cuerpo, dependiendo del tipo de ejercicio que realicemos, siempre se van a respetar aquellas que nos hacen únicos. Y está bien que así sea.

Dentro de lo que cada uno es, dependiendo del entrenamiento que se decida realizar, el cuerpo puede ir adquiriendo diferentes formas. Es así que los deportistas de cada especialidad suelen tener cuerpos similares. Por ejemplo: los atletas fondistas suelen ser más bien delgados, con una masa muscular de apariencia más alargada sin mucha hipertrofia, mientras que los atletas velocistas son más fibrosos, con músculos más grandes, por la explosividad que necesitan.

Otro ejemplo, muy conocido por todos, es la típica espalda del nadador. Los nadadores requieren de un tren superior fuerte, por eso suelen tener estos músculos más desarrollados,  debido a la técnica de los ejercicios que realizan. En la vereda del frente, tenemos las famosas piernas de jugadoras de hockey, las cuales son musculosas, fuertes, explosivas, gracias a la gran demanda de las mismas. 

Si queremos hacer hincapié en una persona que sólo quiere llevar una vida fitness, sin especializarse en algún deporte en particular, se puede decir que la búsqueda principal es la salud. Por lo que el cuerpo que se suele formar es el hoy conocido como Fitness, respetando la silueta y particularidades que hacen a cada persona, pero a su vez, buscando su máximo potencial dentro de lo saludable, lo que involucra trabajar todos los grupos musculares y todas las capacidades físicas. Sostener un entrenamiento equilibrado en el tiempo, va a llevar a adquirir un cuerpo que transmita esfuerzo, trabajo, salud.

Podemos determinar que nuestro cuerpo, dependiendo del estímulo al que lo sometemos, va a realizar las adaptaciones correspondientes para poder resolver esas demandas. Para que esto ocurra, es necesario que haya una frecuencia y constancia significativas. Por lo que, sea cual sea el cuerpo que hoy tengas, podés influenciarlo y estimularlo a cambiar y a tomar ciertas características, pero siempre respetando la esencia personal.

Podés ser quien quieras ser, a partir del quererte, asumir quién sos y buscar tu mejor versión.