El alimento con más de 100.000 años de existencia es nada más ni nada menos la leche materna.

La lactancia materna óptima tiene más capacidad preventiva para la supervivencia de los niños y niñas que cualquier otra intervención. No es un dato menor para considerar promover la realización de esta práctica saludable.

Los beneficios son muy amplios, tanto para el bebé, ya que entre muchas cosas proporciona nutrientes, vitaminas y minerales que necesita para el crecimiento y desarrollo y anticuerpos que ayudan a combatir distintas enfermedades, como para la salud materna, porque contribuye a la recuperación después del parto y y estudios la asocian también a una menor probabilidad de padecer depresión pos parto.

La lactancia materna, además, crea un vínculo especial entre la madre y el bebé y esa interacción tiene repercusiones positivas para la vida en lo que respecta a la estimulación, la conducta, el habla, la sensación de bienestar, la seguridad y la forma en que el niño o niña se relaciona con sus pares.

Del 1 al 7 de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Este 2019 se propuso el siguiente tema: “Empoderémonos ¡Hagamos posible la lactancia materna!”.

Es importante saber que prácticamente todas las madres pueden amamantar, si se les da el apoyo, los consejos y el aliento adecuados, así como la ayuda y recomendaciones necesarias frente a cualquier problema que la pueda dificultar.

En base a este tema, queremos una lactancia sin límites, por lo que analizaremos distintos mitos que constituyen trabas a la hora de la continuación de la lactancia.

Muchas veces, por desconocimiento, se suspende la lactancia al tener que consumir algún medicamento. Pero hay muchos fármacos compatibles con esta etapa. Es importante llegar a profesionales que tengan interés en que la madre siga amamantando, buscando la mejor opción. Haciendo click aquí, encontrarás información sobre los medicamentos que no suponen riesgos.

Lo cierto es que el alcohol no es un nutriente necesario y, de hecho, es dañino. Pero si querés tomar alguna bebida de manera ocasional, amamantando también se puede. Debés tener la precaución de hacerlo lejos de la próxima toma, es decir, luego de tomar dejá pasar 3 horas para volver a dar pecho. La cantidad también es importante considerar, no se debe pasar de un vaso.

Otra traba y complicación que se instauran en la lactancia es ¿qué alimentos comer para que el bebé no tenga cólicos? Relajarse, comer variado y saludable, que un alimento en particular no produce los dolores de panza en el pequeño. Lo cierto es que son normales los cólicos y los gases, solo debés seguir amamantando y tener en cuenta las recomendaciones de los profesionales para aliviar esas molestias, pero solo es una etapa.

Sí, el sabor de los alimentos puede pasar a la leche, ¿eso es una traba? ¡Para nada! Comer variado y de manera natural le acerca al bebé distintos sabores con los cuáles se irá familiarizando.

Lo mejor siempre es no fumar, tanto por la salud de la madre como la del niño. Todos conocen los efectos nocivos que trae. Pero si la madre no puede dejar de fumar, seguirá siendo beneficioso dar pecho, ya que contrarresta algunos de los efectos dañinos. La madre o cualquier persona fumadora que tome contacto con el bebé, luego de fumar deberá lavarse bien las manos y cambiarse la ropa.

Muchos mitos surgen alrededor de la producción de leche. En cuanto a la alimentación, que sea variada, completa y natural basta, sin ser necesarias complicadas prácticas. El mejor estímulo para la producción de leche es la succión. El bebé debe succionar a cada rato para dar la señal de producción.

Esta traba puede deberse a una falta de información inicial. Es importante establecer un buen agarre al pezón, para que éste no se lastime y para que el bebé pueda succionar adecuadamente. Se debe evitar el uso de chupete y mamadera hasta que se establezca bien la lactancia (por lo menos un mes). Los recién nacidos no tienen mucha fuerza en la mandíbula y se cansan rápido, por lo que ofrecerle algo más fácil hará que no quieran esforzarse con el pecho. Es esencial la exclusividad al principio, eso hará posible mantener la lactancia y la producción.

Los estudios han demostrado que el contacto en una etapa temprana de la piel de la madre con la piel del bebé; la lactancia materna con frecuencia y sin restricciones para asegurar la producción continua de leche; y la ayuda para posicionar y colocar el bebé, aumentan las posibilidades de que la lactancia materna se logre.