Las razones por las que uno debe optar por ir a un gimnasio o por entrenar en lugares alternativos, pueden ser muy diferentes: aspectos económicos, la distancia, la falta tiempo, problemas de horarios, etc.

Cualquiera fuere la razón, ninguna es excusa para no entrenar. Siempre hay manera de ejercitarse, lo que significa un beneficio para tu cuerpo. Sin embargo, entrenar en un gimnasio o en un lugar especializado, tiene ciertos plus que tenés que saber.

Uno de los beneficios más importantes es que dentro del gimnasio hay profesionales que están supervisando tu desempeño a la hora de realizar los ejercicios, lo cual hace que tu entrenamiento sea eficiente. Esto no es un dato menor, ya que entrenar “mal” no solo no trae los resultados esperados, sino que conlleva un riesgo de posibles lesiones. Así, probablemente no se forme masa muscular y puede que genere molestias y daños.

Otro aspecto positivo a tener en cuenta es que el gimnasio cuenta con los elementos necesarios para que tu entrenamiento sea más completo. Esto es muy importante, ya que te permite variar las intensidades y tipos de estímulos, como cargas (pesos), elementos inestables (bosu, TRX, esferas, etc.), maquinarias, pesos libres, etc. De esta manera, podés potenciar el trabajo muscular, utilizar diferentes metodologías, hacer más entretenidas las sesiones y pensar en muchos ejercicios que te serán muy útiles.

Muchas veces, las personas necesitan ese “tengo que ir”, ya sea por el pago, por la necesidad de elementos, de espacio, por el hecho de quedar con un compañero de entrenamiento. Por la razón que fuera, te moviliza a ir a ese lugar en cuestión y a entrenar dentro de una franja horaria. Si decidieras hacer ejercicio en tu casa, necesitás tener conducta, para proponerte un horario y aprovecharlo trabajando al máximo. Esto es posible, solo hay que tener voluntad y responsabilidad para con uno mismo.

Una de las razones por las que te recomendamos que vayas a un lugar de entrenamiento supervisado es porque a ese sitio van otras personas que buscan moverse, ejercitarse, salir de la zona de confort, lo cual hace que te rodees de quienes están en tu misma situación. Esto es sumamente importante, ya que el contexto cercano influye muchísimo en los hábitos de uno.

La respuesta es sí. Se puede entrenar en la casa o en un lugar que no sea un gimnasio.

¿Lo recomendamos? Si no tenés otra opción, está bien. Lo importante es moverse. Pero, si no entrenás en un gimnasio ni bajo la supervisión de un profesional, tené en cuenta las cuestiones que mencionamos anteriormente. Principalmente, estudiá bien la técnica, observá cómo la realizás para ir mejorando y adquiriendo consciencia corporal.

Entrenar en tu casa o en otros espacios es más que posible, incluso podés lograr muy buenos resultados. Existen ejercicios muy eficientes que se pueden realizar sin elementos, utilizando el peso del propio cuerpo, variando los apoyos y mejor aún si vas sumando poco a poco algún elemento. No hace falta mucho, con unas botellas y unos trapos ya podés hacer más de lo que imaginás.

Si querés más ideas de cómo armar elementos caseros, de bajo costo y fácil armado, entrá en esta nota.

No existen los pero, los no puedo ni los si tuviera o si existiera. Querer es poder y si lo acompañás con la acción, vas a sacar lo mejor de vos mismo.

Entonces… ¡a destruir los pretextos y construir los hechos!