5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente

El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Un día importante para concientizar sobre cómo tratamos al espacio en dónde vivimos y del cual necesitamos, pero no solo quedarnos en ese punto sino también accionar y ocuparse, porque el medio ambiente lo necesita.

Como cada año, se propone un tema determinado para realizar campañas y mensajes promocionando el cuidado de nuestro querido medio de vida. El país anfitrión en esta oportunidad es China y propusieron en este 2019 tratar la “Contaminación del aire”, siendo esta una problemática que afecta a millones de personas de todo el mundo.

A partir de este tema, se busca que cada uno de forma individual pueda contribuir a reducir su huella de carbono, y detener de manera urgente los graves efectos que un aire contaminado genera en nuestra salud y en el planeta.

¿Qué es lo que ensucia el aire?

Las Naciones Unidas publica “nueve de cada diez personas en todo el mundo están expuestas a niveles de contaminación que superan los niveles de seguridad señalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Esto es verdaderamente alarmante. Veamos los principales causantes de esta contaminación en aumento:

Uso domésticos
Industria
Transporte
Agricultura
Desperdicios

Desde el lugar individual siempre surge "¿qué puedo hacer yo, siendo un problema global?". Corrección: lo que podemos hacer todos nosotros hace la diferencia. Así que no mirés al lado y ¡actuá! Los medios y la publicidad no alarman sobre esta situación, pero la realidad es que no podemos esperar más sin hacer nada, ¡el planeta está enfermando!

Ahora bien… ¿qué podemos hacer?

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Los hábitos saludables acompañan al medio ambiente

Desde nuestro lugar de promotores de un estilo de vida saludable, podemos afirmar que los hábitos sanos son una forma no solo de mejorar nuestra salud individual, sino también la del planeta. Veamos:

Menos comida industrial: la comida industrial no solo nos hace daño, sino que contamina. Envoltorios, paquetitos, botellas, sorbetes, cajitas, todo basura por un mordisco, por un sorbo, basura que contamina. No solo las industrias contaminan nuestro aire con su producción, sino que sus desechos lo hacen aún más. ¡Reduzcamos el consumo!
Más bici, menos auto: según las Naciones Unidas el transporte a nivel mundial “representa casi un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía, una proporción que está aumentando. Las emisiones del transporte se han relacionado con casi 400.000 muertes prematuras”. Tal vez ya no solo asociemos el auto a la comodidad, sino más bien a la contaminación. ¿Qué tal si usamos nuestro cuerpo para movernos? Así no solo le damos un respiro a nuestra Tierra, sino que también cortamos con tanto sedentarismo. Están comprobados los beneficios que trae en la salud dejar el auto y usar la bici o caminar. Siempre que tengas la posibilidad, ¡elegí un medio más sustentable!
Alimentos ecológicos: no solo tendrás algo más saludable, sino que dejás de colaborar con las industrias contaminantes que quieren dinero a costa de lo que sea. Elegí productores cercanos con conciencia ambiental.
¿Y si plantamos? ¿Probaste alguna vez en alguna parcela de tierra o en un cajón de manzanas generar tus propios vegetales? ¡Hacé la prueba!
Más alimentos naturales, a granel: buscá alimentos naturales, que no conlleven un envoltorio. Llevá siempre que puedas tus recipientes. No generés más basura.
Desechar comida también es basura: los desechos orgánicos generan gases contraproducentes para el aire. Comprá y cociná lo justo. Algunos desperdicios son comestibles, podés aprovecharlos o podés generar abono orgánico, enterrando tus desechos orgánicos (no animales) en la tierra. De esta forma, no solo evitarás la contaminación sino que mejorarás la tierra.