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¿Utilizan la comida como refugio?

¿Utilizan la comida como refugio?

Comer es una acción que a simple vista se relaciona con la necesidad física de incorporar nutrientes. Se la concibe como una cuestión física. Comer sólo para vivir, subsistir... ¿es así o hay algo más?

Si bien incorporar nutrientes al organismo es un acto fisiológico necesario para la vida, el deseo de comer está influenciado por muchos factores y la mayoría tienen que ver con aspectos emocionales. Por eso, centrarse solo en los nutrientes para comprender la alimentación de las personas es un error. Hay mucho más. Partiendo del complejo sistema nervioso que presenta el ser humano, no se pueden dejar de incluir los procesos mentales que influyen en las decisiones de cada día.

La comida como refugio

Por un lado, se come por hambre fisiológico: el cuerpo pide nutrientes. Por otro lado, se produce el apetito, que es la necesidad emocional de consumir un alimento específico. Estas dos sensaciones normalmente están equilibradas y juntas. De esta manera, cuando aparece el hambre fisiológico, se elige según el apetito lo que se desea comer, disfrutando el momento de la ingesta.

Esto sucede cuando la relación con el alimento es saludable, pero cuando existen problemas emocionales que se vinculan con el acto de comer, estos dos procesos pueden disociarse, es decir, no funcionar simultáneamente, generando desequilibrios en la conducta alimentaria.

¿Cuántas veces comiste para sentir alivio? Frente a emociones como tristeza, frustración, enojo, situaciones que generen preocupación, cansancio, ansiedad o estrés, se suele recurrir a la comida como un aplacamiento de esa sensación negativa. Puede ser que casi todos han tenido alguna ocasión en la que se refugiaron en un rico bocado. El problema comienza cuando esta actitud se convierte en hábito, ya que se vuelve imparable, pasando a ser dependientes de la comida para satisfacer las necesidades emocionales.

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Aprender a comer desde la emoción

¿Por qué sucede eso? Resulta que se aprende a relacionar el alimento desde la infancia. Es bastante común utilizar la comida como premio-castigo. "Si te portás bien te doy dulces". Ésta es una de las primeras asociaciones que se hacen cuando aún no se aprende ni a leer. Otros niños comprenden que cuando están tristes o enojados reciben caramelos y mágicamente eso los hace calmar. Esto se repite durante todo el crecimiento y desarrollo del ser humano, generando creencias mentales que en la adultez persisten intactas, aunque no de manera consciente.

¿Qué alimentos se buscan en esos momentos?
Rara vez se buscará una zanahoria. Ahí radica el problema, ya que se eligen alimentos cargados en azúcares, hidratos refinados, grasas de baja calidad, con muchos aditivos, principalmente ultraprocesados. No es casualidad. A los pequeños les enseñan que esos son los premios, las cosas ricas... o en el otro lado, lo prohibido.

Sea como sea, se pone un foco inequívoco y, sumado a eso, ¡son productos altamente adictivos! Estos alimentos estimulan cerebralmente la secreción de hormonas que producen, nada más ni nada menos, una sensación inmediata de bienestar.

Es así que el cerebro asocia ese alimento como recompensa de una emoción negativa. Por ejemplo: “estar triste y comer chocolates”, “sentir estrés y comer galletas”, “tener enojo y comer de todo y en gran cantidad”.

Es por este motivo que comer emocionalmente se convierte en un hábito, trayendo consecuencias para la salud, como:
  • Sobrepeso

  • Problemas metabólicos

  • Alteraciones gastrointestinales (gastritis, colon irritable, inflamación, etc.)

  • Depresión o alteraciones en el ánimo
Finalmente, ¿se logra el refugio? ¿se llega a aplacar ese enojo, tristeza, etc.? Ciertamente no. Es por eso que el consumo se produce en exceso, ya que nunca es suficiente. Es ahí cuando empieza la culpa y el castigo y nos volvemos a cargar de emociones negativas. Es un círculo que no se detiene, a menos que se ponga atención en la raíz del problema.

Detener el hábito

Lo bueno es que se puede modificar este hábito. Primero hay que ser conscientes y ocuparse de eso. A veces, un acompañamiento psicológico puede ser de mucha ayuda. A continuación podrás ver algunas herramientas para lograr mejorar la relación con el alimento:
  1. Detectarlo: primero que nada hay que ser consciente de qué hábito es el que está siendo dañino. Identificar momento, emoción y alimento. Escribirlo es una buena forma de poder analizarlo y visualizarlo mejor. Por ejemplo: "cuando se hace de noche extraño a alguien y como galletas".

  2. Factores que motivan a hacerlo: registrar dónde sucede, en qué horario, cómo se sentía, si había hambre y qué alimentos se comieron ese día, si se estaba solo o acompañado y cuál fue la última actividad previa al atracón. Esto es importante, ya que conocer todo aquello que facilitó el consumo desmedido es imprescindible para prevenirlo.

  3. Trabajar sobre los problemas emocionales: llenarse de comida muchas veces busca tapar cuestiones no resueltas y, hasta que no se trabaje sobre eso, el problema va a subsistir. Conocer la raíz del problema y no taparlo con alimentos.

  4. Buscar otra actividad que calme: siendo que todo esto fue aprendido durante la infancia, deconstruirse es una buena opción. Reprogramar la mente y dar otras opciones para pasar algunos momentos poco gratos que no sean con comida, como escuchando música, pintando, bailando, haciendo actividad física, hablando de los sentimientos con alguien o tal vez hasta durmiendo y descansando un rato.

  5. Reflexionar 5 minutos: cuando el deseo de hambre emocional empiece, tratar de reflexionar al menos 5 minutos sobre qué se siente y si se necesita realmente.

  6. Registrar lo sucedido: si aún así se llega a un consumo desmedido de comida, escribir como se sintió después de ese episodio, para que lo sucedido, más que generar culpa, sea una oportunidad para obtener pistas de lo que realmente se está tapando con comida.

¡Recordar!
No utilizar los alimentos como respuesta emocional en niños y niñas. Educar sobre las emociones en vez de taparlas es una gran herramienta para sus vidas.

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