En el ámbito de la salud siempre se nombra a la nutrición y al entrenamiento como compañeros inseparables, pero hay un tercero que debemos integrar para lograr bienestar: el descanso.

Ante la falta de un buen descanso nocturno, nos sentimos fatigados y con poca energía. Pero no es solo eso: el sueño, durante la noche, tiene mucha influencia internamente, más de lo que imaginamos.

Puede pasar que nos alimentamos y entrenamos muy bien, pero el cuerpo se resiente lesionándose o no obteniendo los resultados esperados. Hay algo más que puede no estar haciéndose de manera propicia y esto es dormir durante la noche.

Precisamente, durante el descanso es cuando el cuerpo y el cerebro se recuperan. En el momento del sueño se libera la hormona de crecimiento y la melatonina, se produce la síntesis de proteínas y se regeneran las células del cerebro.

Cuando se habla de dormir, más allá de las horas, se debe apuntar también a cuándo dormir, ya que no es lo mismo dormir de día que de noche. Esto es porque contamos con un reloj biológico y, dependiendo del estímulo de luz natural o de su ausencia (momentos de oscuridad), son diferentes los procesos que suceden en nuestro interior en cada situación. Para descansar bien, es tan importante tener luz natural de día como oscuridad de noche.

Como cuando se habla de alimentos de calidad, la luz también puede tener un enfoque similar. La luz natural (del sol) es la luz de mayor calidad.

Este tipo de luz entra en contacto con la retina y estimula una zona del cerebro denominada núcleo supraquiasmático que, entre otras cosas, regula la producción de melatonina por la noche y cortisol por la mañana, para ajustar nuestro reloj interno.

La melatonina es una hormona que se segrega cuando los ojos detectan oscuridad, es decir, principalmente cuando estamos durmiendo, descendiendo así durante el día. La melatonina no solo nos invita a dormir y descansar, sino que su producción está relacionada con otros aspectos fundamentales como la regulación de la presión arterial y la función inmune, aparte de considerarse un potente antioxidante.

La luz natural durante el día colabora con el descanso nocturno al estimular los centros de producción de melatonina, pero para que finalmente se libere tiene que haber oscuridad.

La luz artificial y la luz reflectante de los aparatos electrónicos que nos entretienen por la noche (TV, teléfonos, tablets, computadoras) emiten principalmente luz azul y, aunque su intensidad es menor al sol, es suficiente para inhibir parcialmente la producción de melatonina.

La hormona de crecimiento está aumentada durante las etapas de crecimiento y es segregada en mayor cantidad durante el sueño. Esta hormona no es importante solo en etapas de desarrollo, ya que además tiene múltiples funciones. Colabora tanto con la reparación y formación muscular como en la utilización de la grasa corporal. Por lo tanto, un adecuado descanso va a contribuir al mantenimiento de una composición corporal saludable.

Todos los seres vivos tenemos un reloj interno que regula nuestro comportamiento y estado fisiológico, en parte mediante la secreción de hormonas. Colaboremos con este proceso dándole los estímulos adecuados de nutrición, entrenamiento y por supuesto el descanso, siendo fundamental respetar los ciclos de luz-oscuridad que nos regala la naturaleza.