Huevo y el riesgo de muerte, ¿qué hay de cierto?

Si hay un alimento que genera controversias hasta el día de hoy es el huevo. Cuando todo parecía estar más encaminado en lo que respecta al papel de este alimento, aparece un nuevo estudio que nos acerca malas noticias, afirmando que, si consumís huevos, tu vida está en peligro.

¿Qué hay de cierto en esta afirmación? La verdad que muy poco, analicemos a continuación.

Esta investigación indica, específicamente, que si agregás 300 mg de colesterol al día aumentan un 17% las enfermedades del corazón y un 18% la muerte prematura. El huevo (principalmente la yema) aporta casi 200 mg de colesterol, por eso es el mayor implicado según dicho estudio.

Para los medios, este paper fue un golpe de suerte, ya que aprovecharon para encabezar todos sus titulares y generar polémica. Por supuesto, sin importar demasiado el análisis completo que determina y afirma que un alimento natural podría provocar, nada más ni nada menos que, una muerte prematura.

¿Cómo se hizo el estudio?

El estudio fue publicado por la revista JAMA. Implica un grupo poblacional bastante grande, de casi 30.000 individuos estadounidenses, con una media de seguimiento de 17 años. A primera vista parece ser bastante impresionante, pero la verdad es que presenta muchas limitaciones para afirmar una causa.

Por un lado, y por más que tenga un trabajo estadístico grande, se basa en un estudio observacional en el que a los sujetos solamente se les proporcionó un cuestionario de frecuencia alimentaria en el momento de la inscripción. Un solo dato para estimar los hábitos alimentarios por 17 años, ¿es suficiente para afirmar que la cantidad de huevos indicada fue la causante de enfermedades cardiovasculares y muertes prematuras?

Limitaciones:

Primero que nada ¿quién mantiene los mismos hábitos durante 17 años? ¿Es posible que las personas cambiaran de forma drástica sus hábitos alimentarios, otras actividades de estilo de vida u otros parámetros de salud en 17 años? Es bastante probable.
Solo se basa en estadounidenses, siendo que cada región del mundo varía ampliamente sus hábitos.
No podemos descartar que aquellos individuos que consumen más veces huevos tengan algún hábito poco saludable.

Por eso mismo, se pueden afirmar correlaciones, pero no causas, ya que existen muchas variables que pueden alterar los resultados. Sin embargo, se leyó durante todo un día titulares como: "Un huevo por día aumenta la muerte prematura".

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Colesterol, ¿qué sabemos de él?

Es una molécula estructural esencial para cada membrana celular. Además, es necesaria para distintas hormonas esteroideas como la testosterona, los estrógenos y el cortisol. El colesterol es necesario y nuestro cuerpo lo produce en grandes cantidades por su utilidad. El ser humano produce 3000 mg por día. Por ello, no tiene mucho sentido que con 300 mg de más ya estemos en riesgo de muerte o de enfermedad del corazón. Por otro lado, el cuerpo también compensa: si la dieta tiene colesterol, éste va a producir menos.

Hay muchos estudios realizados que tienen mayor calidad y fueron analizando estas variables por más años, comprobando que no hay relación entre el consumo del colesterol dietario y estas enfermedades, en personas sanas. Esto se debe principalmente a que solo un 20% del colesterol que ingerimos a través de la dieta se absorbe en el intestino. A su vez, el 80% del colesterol que tenemos circulando por las venas y arterias es producido por el hígado y los intestinos.

En personas hiperrespondedoras, es decir, aquellas que son más susceptibles al aumento de esta molécula, el colesterol dietario sí podría tener más incidencia, pero en personas sanas no tendría influencia.

Además, la aterosclerosis, cuadro que conduce a las complicaciones cardiovasculares, es compleja ya que intervienen muchos actores como inflamación, metabolismo, sistema inmunitario, radicales libres, fisiología de vasos sanguíneos, por lo que apuntar solo al huevo y su colesterol es bastante simplista. El debate de las enfermedades cardiovasculares es mucho más complejo para centrarse en una sola correlación. En primer lugar, múltiples investigaciones recientes están mostrando que altos niveles de colesterol total o de colesterol LDL en sangre no son la causa principal de la aterosclerosis y las enfermedades cardiovasculares. No es que no esté implicado, pero los datos no lo sitúan como una causa directa, sino que aún no se conoce concretamente su rol y si influye en algo a padecer estas enfermedades.

En otras palabras, si estás sano, el colesterol no debería ser el enemigo número 1.

Huevos, de un superalimento a un villano

Darle prioridad al huevo como generador de enfermedades antes que a otras cosas verdaderamente perjudiciales y que más se consumen, genera confusión y dudas sobre la procedencia e intereses de estos estudios.

¿Qué sabemos del huevo? Que es un alimento con proteínas completas y de alta calidad (se utiliza como parámetro para determinar la calidad de los demás alimentos), aporta vitaminas y minerales limitados en otras fuentes, antioxidantes, aporta mucha saciedad, mantiene baja la insulina y también se incorpora perfectamente a múltiples comidas.

Además, la yema del huevo es rica en un nutriente que no es muy nombrado, la colina. Este compuesto tiene funciones esenciales en la salud del cerebro, el corazón, los músculos y la salud hepática. Paradójicamente, la deficiencia de este nutriente, presente en el huevo, causa que el nivel de homocisteína se eleve. Este aminoácido tiene una gran influencia en la generación de la aterosclerosis, ya que provoca cambios vasculares.

Hasta el momento, la recomendación es de un huevo por día, pudiendo ser más en personas activas y/o que realicen entrenamiento de fuerza. Claro que la forma de cocción tiene un papel importante, no siendo recomendable la cocción en aceite (frito).

¿Tenés dudas? Si llevás una alimentación saludable y realizás actividad física regular, con un análisis de sangre podés verificar si el consumo de huevo influye en tu colesterol sanguíneo. Claro que si no hacés actividad física y consumís muchos alimentos industriales, esta relación no quedará clara.

No nos quedemos con un titular engañoso y sigamos eligiendo alimentos naturales sobre los industriales.

Dicen que para encontrar verdades hay que irse a los extremos y ahí quedarán en ridículo algunas ideas.

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