"El lunes empiezo", "después de las vacaciones empiezo", "cuando me mude"... y así pasa el tiempo y la posibilidad de ganar calidad de vida también. Lo que no sabés es que el cuerpo, en esa constante posposición, se sigue dañando con los alimentos que se ofrecen, con el sedentarismo, con sustancias tóxicas como el tabaco, con estrés. Los daños a tu organismo no te esperan.

¿Y si actuamos hoy? Sí, ¡ya mismo! Hoy lo pensamos, hoy empezamos. Bien, pero, ¿por dónde empezar?

Lo que puedas hacer ya es un plus para tu salud. Te movés por una preocupación hacia lo más preciado: tu cuerpo, y no lo dejás en espera nunca más, porque es quién más necesita tu atención. Empezar a tomar agua, a ponerse metas de actividad física constante, incorporar las verduras... todo suma a este proceso grandioso que busca el bienestar. Si no se pudo empezar con todo lo que querías, sé consciente en lo que sí podés arrancar ahora mismo y subite al tren para no bajarte más. De a poco podés ir incorporando más, ganando y alcanzando salud de verdad.

En los procesos no existe el todo o nada. Hay progresiones, escalones y etapas. La postergación muchas veces tiene que ver con eso, con dejar para más adelante, porque no se llega a hacer todo junto. Los hábitos son acciones repetidas por mucho tiempo, que llevan a que se instalen en el día a día, por lo que es tiempo lo que se necesita para modificarlos. Calma, iniciá el proceso que es lo más importante.

Sí, la "perfección" de los cuerpos y los estándares de belleza llevan a quererlo ya. Buscando la pastilla mágica o lo que nos dé ese cuerpo deseado en un día. Como es imposible obtener otro cuerpo de manera instantánea, surge la frustración y se posterga lo verdaderamente importante, que es la salud, para mañana, pasado, el lunes o cuando termine el verano.

¡Enfocate en vos! y verás resultados que te llenarán de satisfacción y orgullo. Los estándares solo te alejarán de tus objetivos, mientras que todo lo que podés mejorar en vos se encuentra al alcance de tu mano.

De verdad tiene que ser hoy. Hoy revisá tu alacena y heladera, hoy registrá si te movés, hoy averiguá y buscá ayuda. Porque con cada día de espera tu cuerpo sufre.