Vitamina D natural: el Sol

Hemos escuchado muchas veces lo peligroso que puede ser el sol y los cuidados que hay que tener, pero poco hemos escuchado sobre los beneficios de tomar del sol. Al hablar del sol, no podemos dejar de hablar de la vitamina D, elemento esencial para nuestra salud.

Cada vez se fueron descubriendo más funciones de esta vitamina o prehormona. Veamos un poco cuáles son estas funciones y sus beneficios:

Una de las más conocidas es su función sobre el hueso, ya que actúa como una hormona en la hemostasis del hueso, aumentando la absorción del calcio, contribuyendo en la salud del metabolismo del hueso.
Tiene importancia en los músculos y el movimiento, ya que los nervios la necesitan para transmitir mensajes entre el cerebro y cada parte del cuerpo.
Disminuye la tensión arterial y el colesterol, con un efecto protector frente a enfermedades cardiovasculares.
En el sistema inmunitario combate virus y bacterias.
Se ha visto que hay relación entre niveles bajos de vitamina D y una mayor incidencia de enfermedades como la depresión y el alzheimer.
Prevención del cáncer: hay estudios que aseguran que niveles adecuados de vitamina D pueden prevenir el cáncer mama, colon, próstata o páncreas.
Enfermedades autoinmunes: la deficiencia de vitamina D también se asocia a enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la diabetes, la celiaquía, la dermatitis atópica.

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¿Cómo saber si nos falta vitamina D?

Sabemos por qué la vitamina D es importante pero quizás no cuáles son los síntomas de su escasez.

Dolor en el cuerpo: dolores crónicos más cansancio extremo.
Ánimos bajos: se cree que esta vitamina podría trabajar en la misma zona del cerebro y tener el mismo impacto que la serotonina, la “hormona de la felicidad”, que ayuda a que estemos de mejor humor y tengamos un buen estado de ánimo, por lo que su deficiencia provocaría lo contrario.
Varias fracturas: debido a la baja densidad ósea.
Disminución de fuerza muscular: tener un nivel adecuado puede ayudarnos a mantener la fuerza en cada fibra muscular.
Tener brotes graves y frecuentes de dermatitis atópica (eccemas y picor intenso en la piel).
Sudor en la frente fuera de lo normal.

Si existe alguno de estos síntomas, es necesario medir la vitamina D. La mejor forma es a través de un análisis de sangre donde se analiza la denominada 25-hidroxivitamina. En general, los niveles inferiores a 30 ng/ml son demasiado bajos para la salud de los huesos o la salud general.

¿Cómo la incorporo?

1) Fuentes alimentarias: la vitamina que mejor cumple con estas funciones es la forma que se encuentra en alimentos de origen animal como: pescados grasos, yema del huevo, hígado vacuno y lácteos. Los alimentos conforman el 10 % de vitamina D que necesitamos.

2) Luz solar: nuestra piel sintetiza vitamina D a través de la luz solar. Esto conforma el 90 % de vitamina D diaria.

Visto la importancia del sol para obtener esta vitamina esencial, ¿cuáles serían las recomendaciones?

Ya sabemos las protecciones que debemos tener contra el sol para que no nos haga daño, pero ahora debemos saber cómo tomar lo bueno de esta gran estrella. La piel produce vitamina D al exponerse directamente a la luz solar, las exposiciones solares recomendadas son alrededor del mediodía (de 10 a 13 h) por entre 10 y 20 minutos (dependiendo del tono de la piel, más oscura más será el tiempo) con la mayor cantidad de piel expuesta (piernas y brazos). Esta exposición debe hacerse sin protección ya que, al ser poco tiempo, no supone ningún riesgo para nuestra salud.

Del sol hay que cuidarnos de las exposiciones prolongadas, pero no nos olvidemos que es necesario tomar sol en el tiempo indicado ¡todos los días!

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