Cuando empezamos a preocuparnos por mejorar nuestros hábitos y comenzamos a tener conciencia sobre lo que nuestro cuerpo necesita para que manifieste salud física y luego estética, suele venir una preocupación: ¿por qué, si estoy haciendo todo bien, no veo resultados?

Resulta que el cuerpo no es lineal, y ¡afortunadamente!, ya que tampoco es lineal cuando le damos alimentos dañinos y sedentarismo en gran cantidad. Es decir, con una vida llevando hábitos poco saludables, 300 calorías extras en un cuerpo lineal significarían un aumento de peso imparable. Pero nuestro cuerpo no es así, ya que busca mantener el equilibrio hasta que la constancia de esa conducta rompe el equilibrio y es ahí cuando aumentamos, pero sin la consciencia de lo que sucede en el cuerpo.

Por eso, conducta y disciplina saludables o conducta y disciplina no saludables son las que, con constancia y en el tiempo, lograrán un cambio en mi cuerpo.

Cuando decidimos tomar conciencia sobre nutrición, entrenamiento y descanso, no podemos pensar que de un día para otro se van a notar cambios sí o sí. Cada cuerpo es distinto y tiene distintos tiempos para lograr cambiar ese balance energético que se venía haciendo. Puede ser que al principio se produzca un cambio y después notemos que nos mantenemos, pero ese no es momento para sentirse estancado, solo estaríamos viendo lo de afuera. Debemos verlo por el lado de la salud, que todo lo que hacemos es para ir ganando bienestar y que después de tantos estímulos dañinos, nuestro cuerpo necesita tiempo para nutrirse y moverse. Es justamente en ese momento cuando debemos mantener la conducta con más firmeza para que nuestro cuerpo pueda dar con el déficit energético y empezar a reducir la masa grasa.

Considerar que aunque estamos haciendo todo bien no vemos resultados, es un enfoque puramente estético. La estética no ocurre si no hay salud. Lo que decidamos hacer con nuestro estilo de vida tiene trascendencia y va mas allá del resultado inmediato. Al comenzar a nutrirnos y a movernos, no solo suceden cosas visibles sino que dentro nuestro todo se empieza a acomodar. Nuestro metabolismo busca adaptarse a estos nuevos y saludables estímulos.

Muchas veces hablamos de resultados como una cuestión meramente superficial pero, ¿no se obtienen resultados en cuanto al bienestar general? Empecemos a ver lo positivo que vamos logrando, le demos tiempo y salud a nuestro cuerpo.

Somos nosotros, con las decisiones y acciones mantenidas en el tiempo, quienes en gran medida determinamos nuestra calidad de vida.