La conducta no se compra, no viene por genética y ni estudiándola de la A a la Z podemos tenerla, no de un día para el otro. La conducta es algo de cada uno, es predisposición a repetir algo que deseamos, es la decisión de llevarla a cabo. Simplemente hay que practicarla cada día. Claro que requiere esfuerzo, implica constancia, solo de ese modo la conducta se afianzará en nosotros de manera firme y relajada, acompañando nuestra decisión de elegir salud.

Ahora sí, empecemos este camino en búsqueda del bienestar y recordemos que lo más mágico y efectivo que podemos adquirir está en nuestras manos y es la conducta.