Que nadie te diga quién tenés que ser, ni cómo te debes ver. Los estereotipos son para los cobardes, esos que por temer, como otros se quieren ver.

Realmente, cuando te mirás al espejo, ¿lo que ves te hace feliz? Mejor dicho, ¿qué, de lo que ves, te hace feliz?

Hablemos de lo superficial sí, es lo que pensás, es el exterior, una cara de algo, un plano de algo. ¿Por qué me haría feliz sólo una parte de algo, cuando puedo tenerlo todo?

Te voy a decir por qué, constantemente te están diciendo qué es lo que debería gustarte, cómo deberías ver la felicidad y adiviná, atrás de eso que te dicen, hay mucho interés que ocultar.

A algunos no les conviene que sepas la verdad, no quieren que seas realmente feliz, sino que te quieren provocar. ¿A qué? A consumir más eso que ellos te dan y así mostrarte cómo debería ser la felicidad. Algunas veces comiendo chatarra y tomando cerveza, otras, con cirugías te quieren atrapar y, sino, que busques resaltar en lujos y en materialidad.

Todo depende del para qué, lo importante es tratar de ver más allá. Escuchá y observá todo, pero tomá lo que a tu cuerpo le hace bien de verdad.

Lo que mostrás es tu esencia, es recorrido y proyección, pero lo que más transmitís es actualidad.

Disfrutá lo que haces, sé feliz con quién sos y, si no lo sos aún, no dejes buscarlo, pero como te dije… disfrutando. No sos un cuerpo 90-60-90, tampoco tenés que serlo, pero sí debes cuidarte, por tu salud y tu propio afecto.

Hacé ejercicio, comé saludable, sabiendo que quererse es divertirse, pero también lo es cuidarse.