¡Aprovechá el verano y mejorá tus hábitos!

Empieza el calor, se va acercando el verano y ya nos vamos haciendo la idea de ir a piletas y ríos, pero... ¿qué pasa con nuestra alimentación? A continuación analizaremos los pros y contras de esta época del año.

El verano nos trae de bueno

Debido al calor, aumentamos el consumo de agua y está muy bien que así sea, ya que el cuerpo se deshidrata con más facilidad y tenemos muchas más necesidad de este líquido.
Aparecen las verduras crudas y las frutas en mayor medida. Las verduras crudas nos aportan muchos minerales y vitaminas, agua y fibra. Cuando hace calor suele llamar más el deseo de preparar ensaladas de todos los colores, ¡en buena hora! Aprovechemos esta época para armar coloridos platos. Las frutas son alimentos saludables y es muy positivo su consumo en la cantidad justa, en los contras mencionaremos su exceso.
Para los que trabajan menos en esta parte del año, tendrán más tiempo de preparar comidas y para los que llevan las viandas al trabajo se vuelve mucho más fácil, ya que pueden cargar preparaciones frías con mayor gusto.

Reconocer las contras para prevenir

Pueden aparecer más oportunidades y deseos de consumir bebidas alcohólicas (la cerveza fría es la estrella). Es importante lograr un equilibrio y, primero que nada, evitar utilizarlas, por ejemplo la cerveza, para calmar la sed. Siempre saciar esa necesidad previamente con agua y que el consumo de la bebida sea por un gusto en sí y no por sed. De este modo tomaremos mucho más controladamente. Es clave organizar esas "oportunidades" y no terminar consumiendo todos los días.
Por el calor evitamos cocinar (huevos, carnes). En el mejor de los casos comemos verduras pero también, muchas veces, se terminan consumiendo frutas. Si bien las frutas son saludables, su exceso no lo es del todo, ya que incorporamos solo un nutriente, en este caso azúcar simple, y en comidas donde debemos proveer al cuerpo la porción de proteínas. Podemos ser creativos, hacer ensaladas donde mezclemos verduras y frutas y algún alimento proteico. Podemos cocinar durante la noche y dejar huevos y carnes listas para el día.
Excesos de jugos de frutas, como dijimos las frutas son saludables, pero su exceso y más en forma de jugos le da al cuerpo azúcar simple y de fácil digestión. Una buena opción es armar jugos pero de verduras y algún agregado de frutas. De esta forma no será solo azúcar y tendremos más beneficios. Por ejemplo: jugo de apio con manzana, zanahoria con naranja.
Más deseo de comer helado. En esta época las heladerías amplían su clientela. Al ser un producto para consumo ocasional, podemos hacer nuestros propios helados saludables si nos gustaría tenerlo a mano para los días de mucho calor. Podemos hacerlo con yogur, fruta, palta, leche de coco y un sinfín de opciones.

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Ahora rescataremos lo que no debemos dejar de hacer para aprovechar el verano en favor de hábitos saludables y por lo tanto de nuestra salud.

Es un momento ideal para instaurar el hábito de hidratarnos con agua y que perdure a lo largo del año.
Se pueden probar nuevos vegetales: pepino, repollo, lechuga, remolacha rallada, apio y muchas más que en invierno no elegimos. Crear ensaladas nuevas y coloridas. Armar jugos vegetales frescos. Además de refrescantes son muy nutritivos.
El calor suele darnos menos apetito y ansiedad en el consumo excesivo de energía, por lo que podemos aprovechar para educar nuestra consciencia y nuestro hambre real.

Lo importante es llevar lo positivo de cada situación. Que cada estación nos traiga, además de momentos, salud.

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