A diferencia de lo que muchas personas creen, no se deben entrenar los músculos sólo por estética. Hacer trabajos de fuerza nos hará mejorar la musculatura, lo cual ayudará principalmente a la salud, y como consecuencia, al aspecto. Como solemos decir, cuando se está bien por dentro, se está bien por fuera y por ello apuntamos a mejorar la composición corporal, es decir, a que los músculos vayan ganando terreno, mientras la grasa corporal lo va perdiendo.

La importancia de la masa muscular es tal que hasta se puede tener sobrepeso, pero si se tiene un buen porcentaje de músculo, seremos más saludables que una persona delgada que tenga una relación de grasa/músculo desfavorable (más grasa que músculo). Esto lo convertiría en un delgado obeso. El problema no está en ganar peso, sino en ganar grasa y a la vez perder músculo, un completo desastre para la calidad de vida y para la longevidad. Pero ese proceso se puede revertir.

Para ello, se torna importante entrenar. Hay que hacerlo bien y aquí es donde hay discusiones sobre la información circulante. La vieja información ha sostenido que es más importante trabajar la resistencia que la fuerza, por lo que los entrenamientos giraban en torno a, principalmente, trabajos aeróbicos. Muchas de las rutinas se caracterizaban por presentar muchas series y repeticiones de un mismo ejercicio, con cardios de baja intensidad y super largos. No obstante, la nueva información nos dice que esto no es así, aunque es difícil romper con las viejas creencias.

El problema es la información errónea que se maneja, la cual sigue comunicando que con solo realizar ciertas clases grupales o con salir a caminar 40 cuadras, la cantidad de entrenamiento es suficiente. También es usual escuchar que con ir a natación se pueden curar todos los problemas físicos.

¡Ojo con esto! El problema no es solamente que la creencia esté mal, sino que trae todo un negocio atrás. Es económicamente más productivo vender una clase con muchas personas moviéndose a la vez que planes personalizados y es más fácil mejorar la resistencia que la fuerza.

Pero esto no será siempre así si se entrena solo de esa manera. Hacemos referencia a las comunes clases aeróbicas o localizadas, que hacen minutos y minutos el mismo movimiento, trabajando la resistencia. Pero hay que saber que el que fácil gana, fácil pierde. Es así que, si bien ganar fuerza y ver resultados llevará más tiempo, aunque luego pasen semanas sin entrenar, no se desmejorará tan rápido.

Debemos ser más fuertes, no solo porque tendremos resultados más duraderos, sino porque es lo que nos ayudará a generar masa muscular en el cuerpo, con los beneficios nombrados anteriormente, traduciéndose directamente en salud. No queremos decir con esto que no debemos trabajar la resistencia, sino que hacemos referencia a que debemos ocuparnos principalmente de la fuerza y de buscar un equilibrio en la composición corporal.

Un correcto entrenamiento debe desarrollar todas nuestras capacidades, sabiendo cuánto y de qué manera cada una.