El coco es un fruto con grasa como nutriente mayoritario. De este fruto también se elaboran otros productos como coco rallado, aceite y leche.

Es un alimento que contiene principalmente grasas saturadas. Éstas son de cadena media, por lo que pasan directamente al hígado, donde son utilizadas rápidamente como fuente de energía, disminuyendo el apetito y proporcionando saciedad. También se destaca por ser rica en vitaminas y minerales, siendo fuente de vitaminas del complejo B, y de minerales y oligoelementos como potasio, fósforo, calcio, hierro, cromo y selenio. 

En cuanto a la leche de coco y comparándola con la leche de vaca, la primera no tiene lactosa, lo que resulta ideal para personas con intolerancia en ese azúcar.

Dentro de su perfil de grasas, es rico en ácido láurico (ácido graso presente en la leche materna), un ácido graso saturado de cadena media que se convierte en un compuesto conocido como monolaurina, el cual cumple funciones antibacterianas y antivirales, actuando como protector de nuestro organismo frente a infecciones y virus.

Además, al ser ácidos grasos de cadena media pasan rápidamente como energía en el hígado, a diferencia de otras grasas saturadas, por lo que se cree que al usarlo de manera más rápida y eficaz es menos probable que se almacenen en el tejido adiposo. Al ser un alimento natural cumple su función metabólica cuando lo consumimos a diario, cuando tenemos conducta y disciplina. Si bien son grasas bien utilizadas por el organismo, no debemos pasarnos de las recomendaciones, ya que el exceso puede ser perjudicial.

Coco rallado: su consumo puede ser directo. Por ejemplo: en el yogur, o en preparaciones como galletas, tortas, panqueques. Como es seco, puede reemplazar a la harina, ya que da sequedad a la preparación.

Leche de coco: se elabora con el fruto más agua. De manera más práctica, lo podemos hacer con el coco en escamas que es más fácil de conseguir y queda excelente. Puede utilizarse en reemplazo de la leche de vaca, como bebida, licuados, en infusiones o preparaciones. 

Aceite de coco: se compone solo de las grasas del coco. Es útil para cocinar, ya que la grasa saturada no se oxida como los aceites insaturados (girasol, oliva). Puede utilizarse en infusiones, preparaciones como la proporción de grasas y hasta para hacer ricos chocolates. 

¡Nos animemos a incorporar en nuestro día a día estos alimentos naturales super beneficiosos!