Es algo común que se piense que si las mujeres utilizan máquinas en su entrenamiento y levantan mucho peso se pondrán “grandotas”, logrando un crecimiento muscular similar al de los hombres. Pero biológicamente es imposible que esto ocurra, ¿por qué?

El crecimiento muscular se ve influenciado por la composición hormonal de cada persona. Si bien tanto hombres como mujeres disponen de estrógenos y testosterona, la proporción en cada sexo es distinta. En el caso de las mujeres, la cantidad de testosterona es considerablemente menor a la que poseen los hombres y, como esta hormona es la encargada de crear músculo, es casi imposible que logre la misma ganancia muscular, a no ser que haga un tratamiento con hormonas anabólicas, algo que no recomendamos.

Sabiendo esto, desde el Método FIIT recomendamos que incluyas trabajos de musculación en tu rutina, ya que te permitirá tonificar y modelar tu cuerpo, combatiendo la flacidez y la celulitis a través de la ganancia muscular. Mantendrá tu metabolismo activo y te ayudará a quemar la grasa corporal. Crecerá el consumo de calorías, inclusive en reposo, pues al aumentar la masa corporal hará que el músculo necesite de más energía, la cual obtendrá de esa fuente. Además, mejorará tu rendimiento y fuerza, fortalecerá tus huesos y articulaciones. A nivel psíquico-mental, aumentará tu autoestima, mejorando el humor y cumpliendo una función anti estrés.

Así que si deseas obtener todos estos beneficios no dudes en incluir trabajos de fuerza, siempre con pesos desafiantes para estimular y fomentar el trabajo de los músculos, exigiéndolos en cada entrenamiento. Debés levantar todo el peso que sea posible en cada ejercicio sin perder la correcta ejecución del mismo, para evitar cualquier tipo de lesión posible. Cuando trabajás de manera correcta el músculo seleccionado, podés alcanzar el objetivo planteado.

Si a esto le sumás ejercicios cardiovasculares todos los días, post sesión de musculación, lograrás mejores resultados, ya que estos son los encargados de fomentar la quema de grasa, ayudando a definir y modelar la figura.

Es necesario que en cada rutina de musculación tengas la energía al 100% para lograr el objetivo deseado, por eso siempre realizá el ejercicio cardiovascular después de la sesión de musculación o separado del mismo, pero nunca antes. Esto provocará que el cuerpo consuma toda la energía sobrante y queme más grasa.

Otra recomendación es trabajar toda la musculatura del cuerpo. Si bien las mujeres suelen enfocarse en piernas y glúteos, es importante conocer y trabajar el resto de los grupos musculares, como brazos, espalda, pecho, hombros y abdomen. Es preciso para lograr armonía en tu cuerpo, fortalecerlo, mejorar tu postura y, por consecuencia, tu apariencia.

Las metas y objetivos se logran a partir del trabajo, el esfuerzo, la constancia y dedicación de cada uno. Ponete una meta, tené en cuenta todo lo mencionado anteriormente y verás cómo los resultados hablarán por sí solos.