La cabeza maneja todo. Si pretendés irte de vacaciones y cuidarte, tu mente va a estar focalizada en la alimentación. Lo ideal es disfrutar, relajarte y no estar pendiente de la comida. Cuando se alcanza este estado, uno come menos que si se fuera a cuidar en vacaciones. Programar las vacaciones sirve para desprogramarte, por lo que no está bueno ir de vacaciones "programado".

A continuación te brindamos unos tips a tener en cuenta cuando salís de vacaciones.

Es lo más importante, la base. Esto te ayudará a pensar menos y a disfrutar más.

Si tenés la conducta de la actividad física y hay algún gimnasio cerca, podés hacer ejercicio. Cada vez que te puedas mover por placer, hacelo, ¡siempre! No olvides que el cuerpo está diseñado para moverse. Caminatas con la playa, trekking por la montaña, subir escaleras....todo es válido para mantener en movimiento al cuerpo.

Siempre debés estar bien hidratado. De lo contrario, corrés el riesgo de comer por "hambre" o de tomar alcohol por sed. En el caso que desees tomar alcohol, recordá siempre beber un vaso de agua por cada vaso de alcohol, para contrarrestar la deshidratación que provoca el alcohol y para no cometer el error de tomarlo por sed.

No privarte. No estar pendiente de la comida y comer cuando tengas hambre, siempre escuchando a tu cuerpo. Si deseas comer algo rico, podés hacerlo, siempre visualizando aquello que más te guste, aquello que más te tiente de la mesa, pero nunca comerlo por hambre. Lo ideal es sacarte esa tentación, ese deseo en el primer momento, para después no comer todo de golpe, ya que metabólicamente esto no es sano.

Es importante que esa comida fat esté acompañada de proteínas, grasas, y vegetales. Si en el desayuno querés comer torta, primero comé otras cosas que haya en la mesa (huevos, fiambres, queso) y cuando ya te encuentres prácticamente satisfecho, comé la porción de torta. Esa porción, metabólicamente hablando, no va a afectar la glucosa ni la insulina en sangre o a provocar el mecanismo adictivo que tienen esos alimentos, como si lo comieras solo, ya que está acompañado de otros nutrientes (proteínas y grasas). Si en el almuerzo querés comer pastas, primero consumí carnes, si podés vegetales y luego las pastas. No olvides comer sólo lo que el cuerpo te pide. De esta manera, evitarás comer de más en cada comida.

Si deseas tomar alcohol (hago lo mismo que con los carbohidratos refinados y almidonados), comé proteínas, vegetales y grasas y date el gusto con alcohol. Lo ideal sería no ingerir muchos carbos con alcohol en la misma comida.

En conclusión, recordá siempre hacer foco en relajarte, disfrutar, escuchar a tu cuerpo y no privarte. En el momento que quieras, comé, pero siempre de manera inteligente.