Se torna importante realizar ejercicios cardiovasculares, ya que son los principales aliados a la hora de quemar grasa. Debes hacerlos después de tu plan de musculación o separados del mismo durante el día, pero nunca antes, salvo que realices algún entrenamiento específico que no viene al caso. Esto se debe a que es fundamental que en la rutina de musculación tengas la energía al 100% y no a medias por haber hecho el cardio antes. Al respetar esto el cuerpo va a gastar toda esa energía sobrante y quemar grasa.

Hay distintas opciones de ejercicios cardiovasculares, los cuales debés variar e incorporar a tu estilo de vida para estimular las distintas fibras que componen los músculos y favorecer a los distintos sistemas de tu organismo. Siempre que realicés alguno de los cardios, debés sentir que te cuestan. Esto se logra respetando los ritmos y esfuerzos que caracterizan a cada uno, manteniendo las pulsaciones aceleradas según corresponda.

Los cardios deben ser controlados porque ningún exceso es bueno. Es importante que te acostumbres a realizar siempre tu cardio del día, porque no solo es bueno para quemar las calorías diarias que consumes de más, sino que es muy bueno para tu cuerpo, para que tu organismo se movilice y ayudes a mejorar tu sistema cardiovascular, el cual es su base de funcionamiento.

Debés hacer un cardio por día, cualquiera que te guste e ir variándolos. Es muy importante realizarlo, pero que no se vuelva tu única actividad, ya que es el error que suelen tener las personas. Debe haber un equilibrio entre la musculación y el ejercicio cardiovascular para poder ganar masa muscular y quemar grasa. Ambos se complementan, no se reemplazan.

La diferencia de hacer y priorizar la musculación es que notarás la diferencia porque, al crear músculo, tu cuerpo necesita más energía para poder funcionar, lo cual hace que gaste más calorías que si tuvieses un porcentaje de grasa mayor. Por lo que, si tienes poco tiempo, buscá priorizar el trabajo de fuerza por sobre lo demás.

En mi caso priorizo la musculación. Por lo general me toma cuarenta y cinco minutos en el gimnasio y luego hago mi cardio de veinte a cuarenta y cinco minutos, dependiendo de si es continuo o intermitente. Otras veces, cuando me toca hacer HIITs (ideal para quemar grasas), me lleva tan solo quince minutos, pero a estos no los hago luego de musculación sino que elijo en otro momento del día.