En esta nota te presentamos una serie de tips que te ayudarán a llegar de la mejor manera al verano:

Es importante que comiences a detectar todos esos alimentos que no deberías comer diariamente porque te hacen daño. Una gran ayuda es no tenerlos en la alacena. Principalmente hablamos de los productos industriales y comida chatarra que presentan harina blanca refinada, azúcar y/o grasas trans. Debes ser consciente de lo que esos productos generan en tu cuerpo, que más allá de querer llegar al verano, siendo meramente estético, también es por una cuestión de salud. Es decir, se trata de que te decidas a ser consciente de lo que estás consumiendo y que puedas dejar atrás a ciertos alimentos dañinos, recordando que existe un gran abanico de alimentos saludables que podés incluir en tu cocina.

Esto no quiere decir que nunca más vayas a comer eso que te tienta, sino que lo hagas inteligentemente, no más de una o dos veces en la semana de manera controlada. De esta forma, disfrutarás más de ese gusto, manteniéndote saludable y sintiéndote mucho mejor.

Informate. Lo más valioso es que aprendas a alimentarte, esto te dará libertad de acción y te ampliará el panorama de elección de comidas. Esto es un proceso, por lo que debés comenzar de a poco, darte los tiempos, esforzarte y tener en cuenta que te encamina a un estilo de vida saludable para siempre.

El 90% del carrito del super o almacén debe ser compras saludables. Aquí es donde comenzás a adquirir los primeros hábitos, desde que comprás. Nada de productos procesados ni comida chatarra. ¿Quiénes componen ese 90%? Las frutas y verduras, carnes magras, carbohidratos naturales como arroz integral, pan integral, discos de arroz, avena y grasas esenciales como en aceite de oliva, palta, nueces, almendras y semillas.

Comprueba que se puede reemplazar sin problema todo eso que nos hace mal por lo que nos hace bien. Existen alimentos muy beneficiosos, igual de ricos, que aparte de hacerte sentir bien, ayudan a que te veas aún mejor. Empezá haciendo cambios semanales, como ser eliminar el azúcar la primera semana. Luego en la segunda, la harina blanca. Usa sus reemplazos como la stevia y la avena, respectivamente, y verás que estos alimentos saben muy bien, con el plus de que producen un efecto positivo en nuestro cuerpo.  

También debés saber elegir cuando sales a comer a otros lugares. Tenés que controlarte y recapacitar en los efectos posteriores al comer y verás que con alimentos ricos y saludables podés saciarte y disfrutar de sus sabores. El paladar se acostumbra, si se le enseña sabores ultra saborizados (industrial) no querrás más que eso, cuando se va desacostumbrando a lo artificial, detectarás y podrás disfrutar de los diversos sabores de la naturaleza. 

Tener siempre disponible los alimentos preferidos para obtener comidas saludables. Podés preparar en una sola vez comidas para varios días. Que nunca te falten opciones saludables. No pases más de 3 horas sin comer, ya que el cuerpo necesita estar activo para mantener el metabolismo trabajando y así acelerarlo. Esto ayuda a mantenerte saciado, por ende a controlar ese hambre y así evitar comer en grandes cantidades. Recordá que el cuerpo tiene el gen de la supervivencia, es decir, ahorrar energía en forma económica, por lo que si pasas muchas horas sin comer algún alimento tu próxima comida será almacenada como oro en forma de grasa, ya que el cuerpo no sabe si luego harás lo mismo y tendrá que resolver cómo crear energía para su funcionamiento. 

 

El pilar que acompaña una adecuada alimentación es el ejercicio. Es imprescindible hacer algo todos los días para generar un gasto calórico. El ejercicio es la forma que tenemos de quemar grasas y construir músculo por excelencia. Nacimos para movernos. 

Debés hacer alguna actividad que involucre musculación y ejercicio cardiovascular como los hiits, las caminatas, trotes, andar en bici, o hacer algún deporte. Con la ayuda de una buena nutrición y un adecuado entrenamiento harás que tu organismo posea más porcentaje de músculo, generando un mayor gasto calórico para poder funcionar.

Entonces, realizá fuerza y cardio para obtener resultados.

Tomar mucha agua es fundamental para que tu cuerpo funcione correctamente. Un vaso por hora es lo ideal. Tené siempre una botella que te acompañe a todos lados, ya que te traerá innumerables beneficios, como: 

Sin dudas es fundamental, pero debés saber que no cuentan las gaseosas, jugos, mate, té, ni ninguna infusión. Éstas en lugar de hidratarte producen el efecto contrario, te deshidratán. 

Visualizar la meta. Anotar y establecer cómo se va a lograr. Esforzate y dedicate porque se necesita tiempo, pero todo es posible. La clave está en saber qué hacer para no malgastar nuestro tiempo y energía en cosas que no valen la pena y nos alejan de nuestros objetivos. Nada mejor que saber que lo que estamos haciendo tendrá su resultado esperado, y principalmente tendrá trascendencia en el tiempo. 

Recordá que tu meta debe ser principalmente sentirte bien por dentro, evitando enfermedades y problemáticas que trae una alimentación poco saludable y el sedentarismo. Debés lograr levantarte todas las mañanas con energía y con el cuerpo y mente sana. Si lográs esto seguramente se reflejará ese resultado interior en tu apariencia, viéndote más definido/a y joven. Pero ojo, no quieras igualarte a un estereotipo, debés buscar siempre tu mejor versión.  

Visualiza tu meta y haz algo para alcanzarla. Enfoca tu objetivo y esforzate para alcanzarlo.