Envejecer con salud

Cuando se habla de adultos mayores, se los relaciona con el consumo de medicamentos, pero poco se trata la alimentación y el ejercicio físico. El estilo de vida es el que determinará en gran medida la calidad de vida. Porque no solo nos envejece la edad, sino que la alimentación poco saludable y el sedentarismo aceleran aún más este proceso.

La mejor medicina: nutrientes

La realidad es que los nutrientes son los encargados de evitar muchas enfermedades catalogadas como propias de la vejez.

En estas personas, ¿qué nutrientes son críticos? Veamos a continuación:

Agua: en la vejez el porcentaje de agua en el cuerpo tiende a disminuir, en parte por la disminución de la masa muscular. Además, en personas de mayor edad el riesgo a deshidratación está aumentado debido a que la sensación de sed puede bajar. Es por ello que se debe ser consciente en el consumo de agua, no esperar a tener sed y lograr el consumo diario de 2 litros.
Proteína: la ingesta de este nutriente suele bajar, ya sea por falta de piezas dentarias para morder carnes, porque resulta de difícil digestión, o simplemente por falta de costumbre. Sin embargo, los requerimientos de este nutrientes están aumentados, primero que con los años los músculos y la fuerza empiezan a deteriorarse, sumado a que la habilidad para procesar la proteína disminuye, lo que significa que su cuerpo podría necesitar más proteína de la que necesitaba antes. La pérdida de masa muscular relacionada con el envejecimiento es conocida como sarcopenia, teniendo consecuencias para la salud. Comer suficiente proteína de alta calidad más el entrenamiento adecuado podría ayudarle a contrarrestar algunos de estos deterioros. El huevo y las claras es una buena fuente de proteína de fácil digestión, así también como algunas carnes como pollo o pescado.
Omega 3: es una grasa insaturada esencial, y tiene una gran importancia en la prevención del envejecimiento cerebral, además de sus funciones a nivel cardiovascular y en el sistema inmunológico. Se encuentra principalmente en los pescados grasos, algunas semillas y frutos secos. Una forma de asegurarse es la incorporación de un suplemento de omega 3 a base de aceite de pescado.
Antioxidante: una de las causas del envejecimiento puede ser una acumulación de radicales libres, estos oxidan nuestras células y se ocasionan daños que afectan a nuestros tejidos. Con el tiempo, estos daños pueden observarse en la piel, pero también están presentes en el resto de los órganos, originando asimismo algunas de las enfermedades crónicas que se asocian a la vejez como el deterioro de la visión. Sin embargo, una alimentación con antioxidantes puede disminuir este deterioro. Estas sustancias, presentes en los alimentos, nos aportan las herramientas necesarias para mantener a raya el estrés oxidativo y ayuda a prevenir la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. Una dieta rica en vitamina B2, vitamina C y vitamina E, además de ácido fólico, zinc, selenio y otros minerales, ayuda a mantener un organismo más joven. Estos micronutrientes los encontramos en la gran variedad de verduras, en frutos secos, semillas, aceite de oliva, frutas y cereales integrales. Así también, una buena estrategia puede ser la suplementación.
Fibra dietética: muchos estudios demostraron que consumir fibra de los alimentos reduce la inflamación. La inflamación crónica se ha relacionado con muchas enfermedades como la artritis y ciertos cánceres, e incluso el Alzheimer. Consumir gran variedad de verduras, cereales integrales, semillas, frutos secos.
Vitamina D: suele haber deficiencia, principalmente por la falta de exposición solar. Es muy importante que diariamente se tenga una exposición de 10 o 15 minutos. Esta vitamina está involucrada en numerosas funciones en el músculo, en el sistema inmunológico, en el sistema circulatorio, es preventiva de enfermedades como la depresión, alzheimer y distintos cánceres. No descuidar esta importante práctica.
Hidratos de carbono integrales: los hidratos refinados y los azúcares han mostrado una relación con las enfermedades inflamatorias presentes en la vejez. Por lo que no se debe exceder en su consumo y se puede preferir las versiones integrales.

A todo esto debemos agregar la actividad física. El entrenamiento muscular y de fuerza mejora ampliamente la calidad de vida de las personas mayores.

| Mirá también nuestra nota La mejor medicina antivejez: tus músculos. |

Por lo visto anteriormente, nuestra salud no se resigna con la edad, sino que es cuando más debemos aportar con nuestros hábitos para lograr mayor bienestar.

No debemos considerar "normal" a una enfermedad ¡Nuestra alimentación, entrenamiento y bienestar son los que nos definen!

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