Cuando vamos a comer afuera nos damos el gusto de poder pedir cualquier cosa que se nos ocurra y así también conocer comidas nuevas. 

Al no realizar nosotros la comida muchas veces somos más variados para ver que comemos, y además se presentan propuestas tentadoras.

Todo esto lleva a que se complique a la hora de elegir que vamos a comer. Lo ideal en estos casos es ir descartando algunas opciones, por ejemplo evitar:

Tampoco es que vamos a comer simplemente una ensalada, menos si es de día.

Se recomienda elegir alguna fuente de proteína, como una buena porción de bife, de pollo, pescado o cerdo acompañado por verduras, ya sea papas, calabazas o lo que venga con el plato. Pero la carne no debe faltar, las ensaladas suelen venir medias pobretonas en carnes entonces como consecuencia nos bajamos la panera o nos desesperamos por el postre.

La idea es comer un buen plato principal y no desperdiciar sus nutrientes, que no los van a tener los otros alimentos antes nombrados.

¡Disfrutar a conciencia se puede!