Ésta fue mi mejor versión para competir.

Acá estaba muy magra, tenía un cuerpo super definido con un porcentaje de grasa muy bajo. La balanza omron me daba 40% músculo y 15% de grasa. Pero esto no es normal. Estos cuerpos tan magros son superficiales, sólo duran un corto tiempo, que es la competencia, para no ocasionar trastornos. Uno no puede vivir siempre así. Lograr eso fue a base de mucha disciplina, tiempo, dedicación, esfuerzo, comer minuciosamente, entrenar muchas horas, tener poca vida social y suplementarse de una forma no muy saludable, que sólo se recomienda por cierto tiempo para no ocasionar desorden. Por eso mismo que es solo por una meta, pero no se puede mantener en el tiempo porque es poco saludable. Pero me encantó hacerlo y estoy juntando ganas para volver a hacerlo… Está bueno saber hasta dónde uno puede llegar.

Un año y medio después de competir por última vez, en donde considero que estaba en mi mejor versión de vida normal, tenía algo de 35% de músculo y 21% de grasa. Entrenando una hora por día, un cardio por día, comiendo saludable, dándome los permitidos, una vida normal. Pero la competencia, el fisicoculturismo, me enseñaron a tomar las herramientas necesarias para que en una vida normal uno sepa cómo entrenar y alimentarse de una forma tan correcta en que uno optimiza tiempo y ganas. 

Ahora sé reemplazar, comer rico y disfrutar de todo lo que se hace. Eso es el Fitness y en eso se basa MÉTODO FIIT: modificar la composición corporal, sin tener que dedicarse exclusivamente a eso, sino adaptar esa vida fit a lo cotidiano. A partir de ahí, uno va a estar mejor, verse mejor y sentirse mejor.