No es poca cosa lograr que estos puntos trabajen armónicamente. Si bien puedes verlo sólo como tu programa de levantamiento semanal, hay una multitud de formas para organizar tu entrenamiento sobre la base de tus objetivos específicos. Sin embargo, es importante atender no sólo a lo que la persona quiere sino a lo que sabes que es un bien para la misma. 

Intentaremos, a modo de síntesis, explicar algunos de los aspectos que se tienen en cuenta cuando se va a planificar un programa de entrenamiento.

Primero que nada, debes saber qué es lo que te gustaría lograr y en base a eso comunicárselo a tu entrenador. Él, no sólo va a tener en cuenta lo que tú quieres sino lo que sabe que necesitas. ¿Qué es lo normal? Que una persona se enfoque sólo en lo estético, por lo que las mujeres, por ejemplo, te piden sólo glúteos. Sin embargo, es muy importante hacerle entender que el cuerpo necesita ser trabajado en todas sus formas y que lo estético vendrá como consecuencia de un proceso dedicado a tu salud, ya que el cuerpo es el reflejo de los hábitos. Por lo que al tener en cuenta los objetivos, se debe hacer coincidir lo que la persona quiere con lo que el profesor sabe que necesita y el proceso que debe hacer para lograrlo.

Muchas veces queremos correr antes que aprender a caminar. Es por esto que es normal sentirse ansioso y querer resultados ya. Sin embargo, una vez que se decide el objetivo, se debe pensar el proceso necesario para el mismo, teniendo en cuenta en qué estado se comienza. De esta manera, los resultados llegarán para quedarse, cuidando la salud y respetando el progreso y avance de la persona en cuestión. Apurarse, el 99% de las veces, resulta en lesión; y cuando hay lesión, no hay resultados y probablemente se atrase bastante la posibilidad de volver a intentarlo. 

Es muy importante determinar cuántas veces por semana se debe entrenar cada grupo muscular, teniendo en cuenta los objetivos. Para ello, se debe saber y establecer la frecuencia semanal con la que se va a entrenar, la cual va a depender del tiempo que disponga cada persona.

Si tus objetivos son la fuerza o el volumen, deberías entrenar cada grupo muscular una o dos veces por semana. Si tu meta es la resistencia muscular, deberías trabajar tres veces por semana cada grupo muscular.

Después de decidir la frecuencia, en base a los objetivos se deberá plantear qué grupos musculares son los más importantes de entrenar, qué día y de qué modo. Es así que si tu disponibilidad es tres veces a la semana, lo mejor sería ir lunes, miércoles y viernes, y seleccionar grupos musculares grandes que desafíen todo tu cuerpo, ya que son los más importante porque desafían a tu cuerpo de verdad y lo hacen más eficiente. Éste es un punto no negociable si lo que interesa es el bienestar de la persona. Además, se deben seleccionar algunos ejercicios aislados en base a lo que se quiere enfocar y en lo que cuesta más desarrollar, como suele ser los glúteos en las mujeres o la espalda en los hombres.