Generalmente, se aconseja empezar por los grandes grupos musculares o poliarticulares, porque se dispone de mayor energía, y luego pasar a los más pequeños donde no se necesitará tanta energía. Sin embargo, no siempre debe ser así, ya que todo va a depender del objetivo que te propongas.

Uno de los casos más comunes de cuando empiezas con grandes grupos musculares es, por ejemplo, con el remo o la polea a la nuca para trabajar el dorsal y luego trabajar los bíceps. El que lo haya realizado, o si quieres hacerlo y comprobarlo, verás que en el remo y en la polea a la nuca también interviene el bíceps y que éste termina agotado después del ejercicio. Por lo tanto, ponerse luego a hacer ejercicios aislados de bíceps nos será muy difícil porque el músculo ya está fatigado. Esto puede ser bueno o malo, dependiendo de lo que busques conseguir.

Al contrario, si empiezas a trabajar con un músculo pequeño con ejercicios aislados y luego realizas un ejercicio más global, donde ese mismo músculo interviene, verás que no podrás realizar el segundo ejercicio al 100% porque los músculos ya están cansados.

Como hemos dicho, ambas formas son correctas y el uso de uno u otro dependerá de lo que queramos hacer con nuestros músculos y de nuestras características. Cuando utilizas el método global-aislado, estás logrando fatigar a los pequeños músculos con ejercicios globales, por lo tanto al hacer después ejercicios analíticos se llega antes al fallo y fatiga muscular.

Al contrario que el anterior, cuando primero se fatiga un músculo pequeño con ejercicios aislados, luego al hacer el ejercicio global ese músculo no intervendrá tanto al estar fatigado, y esto provoca que se pase la intensidad al resto de los músculos que intervienen. Este método es interesante cuando se busca el fallo muscular, ya que a base de ejercicios globales es difícil agotar completamente a un músculo pequeño. De esta forma, lo agotamos previamente y después en el ejercicio global se puede llegar al fallo. Estos métodos ya suelen usarse en gente entrenada, por el grado de fatiga que suponen y porque las estructuras deben estar preparadas para dicha intensidad, sino podrían provocarse lesiones.

También está la opción de alternar sesiones con ejercicios globales que impliquen grandes grupos musculares con otras sesiones donde se haga hincapié en los ejercicios aislados para trabajar de manera más analítica cada músculo.