Cuando trabajas superseries con músculos antagonistas, por ejemplo, bíceps-tríceps, debes hacer una serie de 10 a 12 repeticiones de curl de bíceps para luego realizar extensiones en polea y así trabajar el tríceps con igual cantidad de repeticiones. Entre ambos ejercicios no debe mediar descanso, aunque sí puede existir un tiempo de recuperación de entre uno y dos minutos entre una superserie y otra.

Si realizas una superserie para un mismo grupo muscular, un ejemplo sería efectuar una serie de press banca primero y a continuación aperturas con mancuernas y así estarías trabajando pectorales. Dependiendo del momento de tu entrenamiento, puedes optar por hacer series con la misma cantidad de repeticiones, o una serie con menos repeticiones y más peso primero y luego otra con más repeticiones y menos peso.

También puedes optar por realizar superseries con ejercicios que incorporen diferentes grupos musculares. Sin embargo, en este caso más que buscar el crecimiento muscular, estarías buscando un impacto metabólico que fomente la cantidad de calorías a quemar en una sesión.

La realización de superseries incrementa el estrés en un determinado músculo, por lo que representa un estímulo superior para el crecimiento muscular. Además, este método de entrenamiento presenta algunas ventajas como:

 

Por supuesto, éste es un método de entrenamiento de gran intensidad y que exige preparación previa por parte de los músculos, por lo que no es apto para principiantes en musculación, sino que resulta ideal para incorporar una vez que ya pasa un tiempo desde el inicio de la rutina para el desarrollo de la masa muscular.