Pos vacaciones de invierno

Se acerca el final del mes de Julio, y con ello también la finalización de las vacaciones de invierno, una época donde muchos aprovechan para relajarse, darse algunos gustitos. Sin embargo, una vez finalizado este receso, es hora de ponerse las pilas nuevamente.

Recuerda que para obtener resultados duraderos, debes crear hábitos a partir de los cuales irás logrando pequeños cambios que derivarán en tu mejor versión. No hay magia, ni dietas milagrosas. Sino que se trata de un estilo de vida para siempre.

Primero que nada, hablaremos de un error que suele cometer la gente luego de haberse alimentado mal y mucho, y tiene que ver con intentar no comer por uno o varios días. Al hacer esto, te sigues perjudicando ¿Por qué? Porque si pasas más de 3 o 4 horas sin comer, tu cuerpo se empieza a preguntar cuándo recibirá su próximo bocado. Resulta que, al estar hechos para la supervivencia, el mismo cuerpo empieza a enlentecer los procesos del cuerpo, desacelerando el metabolismo y ahorrando energía, por lo que para asegurarse buscará gastar menos energía y guardar más (reservas). Esa forma de guardar que tiene nuestro organismo se llama grasa corporal.

Es decir, no comer enlentece tu metabolismo, lo que no ayuda a tu composición corporal, ya que aumenta tu porcentaje de grasa y te genera un efecto rebote en tu próxima comida.

¿Qué debes hacer en caso de una seguidilla de permitidos?

Debes comer saludable cada 3 horas. En este caso, buscaríamos bajar la cantidad de hidratos de carbono, ya que, seguramente, estuvieron formando parte de tus alimentos y tienes de ese sustrato para un tiempo. Tus aliados en este momento serán las proteínas y los vegetales, verdes principalmente. Agrega una o dos porciones de grasa en el día como aceite de oliva, frutos secos, palta, mantequilla de maní, etc. Realízalo durante dos días y luego incluye en tu desayuno y almuerzo alguna porción de hidratos. Una vez hecho esto, vuelve a repetir el proceso. Finalizado el mismo, sigue comiendo saludable optando por los carbos y proteína en la primera parte del día y por las grasas y proteínas en la segunda.

Otro punto muy importante que debes realizar si o si es comenzar a ejercitarte. La única forma que tienes de gastar lo que comes, es haciendo actividad física. Como te hemos comentado en otras notas, debes hacer musculación y cardio. Combinando tu alimentación con el ejercicio conseguirás la composición adecuada para sentirte y verte saludable.

Además de estos dos pilares fundamentales, te compartiremos algunos tips que si los realizas conseguirás entrar en forma y acercarte a tus resultados mucho más rápido y eficazmente. Toma nota:

Bebe mínimo 2 litros de agua diarios (no infusiones).
Toma té verde: unas 4 tazas por día (no suplanta el agua).
Bebe café en la mañana y antes de entrenar.
Come natural, lo menos industrializado posible.
Incorpora frutas cítricas en tu alimentación (sin abusar).
Reduce el consumo de sal y lácteos.
Elimina el azúcar y harina blanca, dejándolas sólo para tu permitido semanal.
Incluye un multivitamínico para reforzar tus defensas.
Opcional: ayúdate con un quemador de grasas e incorpora la whey protein en tu alimentación.

En un principio puede parecer que son muchas las cuestiones a tener en cuenta, pero si comienzas incorporando de a dos por semana verás como, poco a poco, irán volviéndose hábitos en tu vida y ya no te costarán tanto.

Es una decisión que te llevará a un camino del cual no querrás salirte. El momento es hoy y ahora.

¡A dejar de vacacionar de los cuidados de tu cuerpo y a empezar a trabajar para que el mismo esté mejor que siempre!

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