¿A qué vamos con esto?

A que, si bien hay que dedicar tiempo a la cocina, ya que es clave comer lo más natural posible y eso se logra con dedicación en la cocina, tampoco debes hacer que esto sea tu cárcel.

Para poder llevar a cabo este estilo de vida y que estés saludable, debes aprender a organizarte. Piensa que debes comer cada tres horas y no puedes estar cocinándote absolutamente todo el día, ya que lleva mucho tiempo y a veces no estás en tu casa ¿no es cierto?

Si estás involucrándote en el fitness y te preguntas cómo hacerlo, intentaremos ayudarte para que puedas lograrlo con algunos tips.

Primero
Debes hacer una compra inteligente en el supermercado y usar tu voluntad para eliminar posibles tentaciones. Los primeros errores o caídas están en ''como no tengo tal alimento, como tal otro, total qué me va a hacer'', o ''como no tengo pan integral, me como unas galletitas'', ''como no tengo frutas, me abro una lata de...''  y lamentamos informarte que no es lo mismo. Cada domingo chequea bien que no vaya a faltarte alimento para el resto de tu semana, ya que después andarás a mil y comerás alimentos que están a mano pero no necesariamente pensados para tu bienestar. Además, es normal que en el fin de semana, en fiestas o cumpleaños queden retazos de esos alimentos o postres que forman parte de un gusto ocasional,, como una torta por ejemplo. Ojo con esto, si lo tenes en la heladera o a mano es más facil tentarse continuamente y picotear, recomendamos ofrecer una porción para llevar, o congelarlo para que su acceso no sea tan fácil. Llenate de voluntad, pero no lo consumas por consumir, ya que su exceso será un daño para nuestro cuerpo.

Elige dos o tres días de tu semana en los que puedas dedicar bastante tiempo a cocinar. Haz varias comidas que puedas guardar y también alimentos disponibles para tus colaciones, así podrás llevarlo a donde sea que vayas. Por ejemplo, hamburguesas lista y frezadas, bifes de pollo ya recortados, huevos duros, frutas, vegetales, entre otros.

Para las verduras cocidas, puedes implementar la misma lógica. Hierves u horneas de una vez varias verduras, la guardas con papel film en tu heladera, y cuándo llega el momento solo calientas y preparas a gusto.

Las ensaladas son super prácticas, fáciles y rápidas de preparar. Sólo debes lavar, cortar y condimentar. Por lo que siempre ten en tu despensa muchas verduras: tomate, lechuga, pepino, palta, zanahoria, rúcula, etc. Puedes tenerlas limpias y ya cortadas en tu heladera, para que cuándo vayas a comer sólo juntas y condimentas. Recuerda que las verdes puedes comerlas libres durante el día y a la noche deben estar entre tus prioridades, por lo que es importante tenerlas siempre disponibles.

Hay formas de ingeniárselas al momento de cocinar y que por arte de magia puedes hacer un 2x1. Te compartimos un ejemplo: Tienes una merluza. Puedes envolverla en papel de aluminio con pimientos y cebollas cortaditas en juliana, colocas todo en el horno y ya tienes una comida resuelta. Pero si te sobra puedes disfrazarlas al otro día y cortar todo chiquito, agregarle claras de huevos, Casancrem light, un poquito de avena y consigues unas torrejas-hamburguesas buenísimas. Así solucionas dos comidas con la misma proteína, pero totalmente diferentes. 

Todo es posible cuando se quiere estar mejor. Puede que al principio todo parezca raro, difícil y demasiado novedoso. Sin embargo, ten en cuenta que somos seres de costumbre por excelencia: nos acostumbramos a absolutamente todo. Esto está más que comprobado por cientos de estudios: te acostumbras a hacer ejercicio, a comer sano, a comer menos, a organizarte, a todo. Debes hacer el primer esfuerzo y luego todo seguirá su curso. El tiempo de acostumbrarse dice ser desde los 20/21 días que comienzas a realizarlo. Ponte como meta llegar sin abandonos a esa cantidad de días y verás que después ya no te costará tanto.