La proteína es uno de los macronutrientes que tu cuerpo requiere sí o sí. Las proteínas están compuestas por aminoácidos, de los cuales hay distintos tipos. Algunos los genera el organismo a expensas de otros alimentos, por lo que si este funciona bien se cubrirá el requerimiento, mientras que hay otros que la única forma de conseguirlos es a través de la ingesta. A estos aminoácidos se los denomina “esenciales” y se obtienen principalmente de los alimentos de origen animal, con proteínas de AVB (alto valor biológico) completas en aminoácidos como huevos, claras, carnes de todo tipo y algunos lácteos, y en las fuentes de origen vegetal también se encuentra proteína completa como en la quinoa y sino se deben hacer combinaciones entre distintos alimentos para tener todos los aminoácidos.

Los aminoácidos son necesarios para la correcta distribución de oxígeno en la sangre, para reparar y construir los músculos, controlar las hormonas y neurotransmisores, generar anticuerpos, reforzar el sistema inmunológico y garantizarte una buena salud, evitando infecciones y enfermedades. 

Además, éstas te ayudan a verte mejor, ya que conforman la estructura de nuestro ADN, mejorando la piel, el pelo, las uñas y tu silueta. Te nutren por dentro y eso se nota también por fuera.

La proteína debe ser la protagonista en todas tus comidas, nunca te puede faltar. No sólo porque representa los ladrillos que tu cuerpo necesita para crecer y recuperarse, sino porque es la que va a ayudarte a controlar tu hambre, ansiedad y mejorar tu composición corporal, ya que produce mucho trabajo digestivo y mantiene correctos los niveles de azúcar en la sangre. Es así que es tu mejor aliada, tanto para aumentar masa muscular como para bajar grasa corporal.

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Al consumirla, al organismo le cuesta digerirla debido a su composición, por lo que necesita gastar más calorías para poder aprovechar sus nutrientes. Por la misma razón permanece más tiempo en el estómago manteniéndote satisfecho durante un periodo mayor que si se la compara con los carbohidratos. 

Sin embargo, debes tener en cuenta que el cuerpo humano carece de un depósito o almacén de proteínas comparándolo con las grandes reservas que hay de grasa y a los moderados depósitos de glucógeno. Cada 3 o 4 horas las proteínas del cuerpo necesitan ser regeneradas, por eso es importante ingerir alimentos proteicos a lo largo de todo el día y no recurrir a la degradación del músculo. 

Puedes encontrarlas en alimentos de origen animal y vegetal, siendo de más calidad los primeros.

Sin embargo, esto no quiere decir que debas comer todo el día proteínas en una cantidad excesiva. Cuánto debes consumir depende de tu sexo, edad, salud y actividad que realices.