La cerveza es una bebida alcohólica elaborada a base de granos de cebada germinados. Contiene carbohidratos, tales como malta y cebada. Aporta calorías vacías, ya que no contiene nutrientes. Por cada gramo de alcohol aporta a nuestro cuerpo 7 calorías.

Lo bueno de la cerveza es que tiene baja graduación alcohólica. Recordar que cuando se toma alcohol, al ser tóxico, el cuerpo se dedica a eliminarlo. Entonces deja de utilizar otras calorías, es decir, no gastamos grasa porque se dedica a eliminar ese alcohol. El problema está en tomar de más, sumando una alimentación inadecuada y sedentarismo.

 

El alcohol tiende a deshidratar, por lo que por cada copa que te tomemos beberemos uno o dos vasos de agua. Esto no sólo nos ayudará a metabolizarlo un poquito mejor, sino que nos ayudará a controlar la cantidad, ya que se debe tener en cuenta que se puede sentir sed y se sacia con la bebida alcohólica que se está consumiendo, resultando de un consumo excesivo y sin control.

No es necesario que se prohíba completamente la cerveza, sino que se sepa cuidar la porción. Otra recomendación es que si se desea tomar, en alguna ocasión, no incorporar en esa comida alimentos ricos en carbohidratos.