El aceite de coco es un alimento de origen vegetal, procesado e industrializado. Pertenece al grupo de las grasas (saturadas). Además, contiene vitaminas y minerales.

Presenta ácidos grasos de cadena media que no pasan por el hígado y es metabolizado rápidamente como producción de energía (a diferencia del resto de los ácidos grasos), disminuyendo el apetito.

Al ser un alimento natural cumple su función metabólica cuando se consume a diario, y se tiene conducta y disciplina. A la hora de cocinar algo con aceite, es recomendable su uso, ya que al ser saturado no cambia su estructura con el calor.

Se aconseja cuidar la porción debido a su aporte calórico. Lo ideal es consumir 2-4 cucharadas soperas por día. Por ejemplo, se puede repartir en 2 cucharadas con el desayuno, y si es posible, otras 2 cucharadas por la tarde, con el café, o donde se prefiera. No necesariamente tiene que tomarse en ayunas.