La leche de almendras es un alimento de origen vegetal, procesado. Es un líquido que se elabora a partir de almendras molidas o pasta de almendras y agua. Pertenece al grupo de las grasas (insaturadas y poliinsaturadas), debido a que es el nutriente que más prevalece. Además, contienen carbohidratos, fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales (calcio, potasio, fósforo).

Aporta más carbohidratos que las almendras enteras y es una fuente ideal para incorporar calcio con buena biodisponibilidad. Además de su aporte en fibra y en grasas insaturadas o grasas esenciales, proporcionan muchos beneficios para el organismo: bajan el colesterol, controlan la glucemia y el apetito, contribuyen a una composición corporal saludable, ayudan a absorber las vitaminas liposolubles, mejoran la circulación sanguínea, otorgan un gran poder de saciedad y controlan nuestro sistema hormonal (las hormonas controlan todo nuestro organismo, hasta cómo el metabolismo quema grasa eficientemente).

Las leches de origen vegetal son consideradas una mejor alternativa que las de origen animal y pueden ser consumidas también por personas sensibles o intolerantes a la lactosa, porque esa azúcar simple está presente solamente en la leche de origen animal, no en la vegetal.

La cantidad va a depender de cada persona, según su sexo y actividad física, y la proporción de grasas y carbohidratos en el día. En general, un vaso por día aporta grandes beneficios. Puede consumirse sola, en una infusión, licuados, tortas, o en donde más te guste.

Se puede comprar ya preparada o realizarla a partir de las almendras de manera muy fácil.