La banana es un alimento de origen vegetal, propio de la naturaleza, ya que no está industrializado ni procesado. Se encuentra dentro del grupo de los carbohidratos simples (frutas), debido a que es el macronutriente que más prevalece.

Aporta pocas calorías, una gran cantidad de agua (lo que facilita la hidratación de nuestro cuerpo), fibras, azúcares, vitamina y minerales. Es una fruta rica en potasio, por lo que ayuda a la función nerviosa y muscular (previniendo calambres después del ejercicio).

Su aporte en fibra provoca mayor trabajo digestivo, lo que genera mayor saciedad y colabora con el correcto funcionamiento del aparato digestivo. Además, ayuda a que la glucosa y la insulina no aumenten rápidamente en sangre. La fibra de la banana se encuentra en sus hilos, por lo que es muy importante incluirlos, al contener inulina (prebiótico que sirve como alimento de la flora bacteriana normal).

Esta fruta pertenece al grupo de las de color amarillo/naranja. La única diferencia entre las frutas de diferentes colores es el aporte de vitaminas y minerales. Es por esto que el consumo de frutas debe ser variado, es decir, variando colores y texturas.

Sus formas de consumo pueden ser enteras, en preparaciones, en licuados o en jugos, entre otros. De consumirla en licuados o en preparaciones, se recomienda agregar los hilos que se encuentran en la parte interna de la cáscara, con una cuchara raspar y agregar, es alimento saludable para nuestros intestinos. 

Se puede consumir cualquier tipo de fruta y la porción que se recomienda son 3 frutas por día, evitándolas por la noche. 

Un dato muy importante es que según el estado de maduración en el que se encuentre una fruta, puede poseer más o menos contenido de azúcar, es decir, la banana puede contener altos niveles de azúcares si se encuentra madura o de lo contrario si no está madura, altos niveles de almidón.