El coliflor es un alimento de origen vegetal, propio de la naturaleza, ya que no está industrializado ni procesado. Pertenece al grupo de los vegetales fibrosos, más precisamente de la familia de los coles. Aporta pocas calorías, una gran cantidad de agua (lo que facilita la hidratación de nuestro cuerpo), carbohidratos, fibra, antioxidantes, vitaminas (C, B1, B2 y B6) y minerales (potasio y fósforo).

Su aporte de fibra provoca mayor trabajo digestivo, lo que nos ayuda a sentirnos más saciados, colabora al correcto funcionamiento del aparato digestivo, y ayuda a que la glucosa y la insulina no aumenten rápidamente en sangre.

Dentro de los vegetales fibrosos, el coliflor pertenece al grupo de los de color blanco, que colaboran en la reducción de los niveles de colesterol y en la regulación de la presión arterial. Las diferencias entre los vegetales de diferentes colores son sus beneficios, el aporte de vitaminas y minerales. Es por esto que el consumo de vegetales fibrosos debe ser variado, es decir, variando colores y texturas.

Pueden consumirse en forma libre y en cualquier momento del día, en crudo (ensalada) o cocidos (horno, microondas, vapor, parrilla, hervido), en preparaciones, etc. Solo deben tener restricción en el consumo (puede ser esporádico) personas con hipotiroidismo, ya que como todos los coles, presentan compuestos bociógenos, que disminuirían la absorción y utilización de iodo, siendo fundamental para la tiroide.