El cacao amargo en polvo (no se hace referencia a marcas comerciales que contienen azúcar agregado) es el resultado de un procedimiento donde se muele el fruto de cacao. Contiene cafeína, grasa, proteínas, pocos azúcares, fibra, vitaminas y minerales (rico en magnesio). También aporta polifenoles, antioxidantes que ejercen efectos positivos en el organismo y es conocido por reducir la tensión arterial y por la protección cardiovascular.

Una de las diferencias más importantes que se encuentran entre el cacao comercial y el amargo, es que el primero tiene muchos más azúcares agregados (80% del total) en relación al cacao en sí (solo 20 %), significando un aporte principal de azúcar y no de cacao. En cambio, el amargo si bien viene con un poco de azúcar, la proporción es al revés.

 

Como recomendaciones de consumo, se pueden usar en muchas preparaciones dulces saborizando las mismas con cacao, como aporte de grasa a la preparación. Por ejemplo, si se tiene ganas de comer algo dulce se puede agregar una o dos cucharaditas de cacao amargo a nuestra panqueca o mezclar el cacao con una o dos cucharadas de queso untable light y sobres de edulcorante, quedando de esta manera como un postrecito de chocolate.