El garbanzo es un alimento de origen vegetal, propio de la naturaleza, ya que no está industrializado ni procesado. Pertenece al grupo de los carbohidratos almidonados, debido a que es el nutriente que más prevalece. Además, contiene proteínas, fibras, vitaminas, minerales (calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio) y es muy bajo o pobre en grasas.

Se destaca por tener un gran contenido de proteínas, pero no son de alto valor biológico, ya que no se completan todos los aminoácidos esenciales. Por esta razón, es importante complementarlo con cereales, carnes o huevo. Igualmente, su contenido de proteínas es mucho mayor al de los cereales.

Su buen aporte de fibra, hace que se digiera más lentamente, y dé energía paulatinamente al organismo sin provocar picos de glucosa e insulina. De esta forma, gasta muchas calorías en digerirse y produce gran saciedad.

Como recomendación de consumo, es preferible siempre comer los granos enteros, para aprovechar al máximo todos los beneficios nombrados que aporta con su fibra y lo ideal es consumir estos tipos de carbos durante el día, porque a la noche no hacemos actividad de ningún tipo y se disminuye el metabolismo y la sensibilidad a la insulina.

Para conocer la porción correcta, los carbos almidonados deben entrar en la mano, como si se estuviese agarrando una pelota de tenis (1/2 taza en mujeres y una taza en hombres).