Las avellanas son alimentos de origen vegetal propios de la naturaleza, ya que no están industrializados ni procesados. Son frutos secos que pertenecen al grupo de las grasas (principalmente monoinsaturadas), porque es el nutriente que más prevalece. Además, contienen proteínas, fibra, antioxidantes, vitaminas (E) y minerales (calcio, fósforo, potasio).

Es un alimento fuente de vitamina E, antioxidante de radicales libres y del envejecimiento. También es fuente de calcio, mineral esencial para los huesos. Su aporte de proteínas, fibra y grasas insaturadas o grasas esenciales, proporciona muchos beneficios para el organismo: baja el colesterol y controla la glucemia y el apetito, contribuye a una composición corporal saludable, ayuda a absorber las vitaminas liposolubles, mejora la circulación sanguínea, otorga un gran poder de saciedad  y controla nuestro sistema hormonal (las hormonas controlan todo nuestro organismo, hasta cómo tu metabolismo quema grasa eficientemente).

A la hora de consumir las almendras, se deben elegir aquellas naturales y no tostadas, ya que este proceso disminuye, elimina o desnaturaliza parte de los nutrientes. A su vez, hay que tener en cuenta la cantidad, si bien son alimentos saludables se debe cuidar su porción por la energía que aportan, la cual va a depender de cada persona según su sexo, actividad física, y la cantidad de grasa que se consumirá por día. En general, un puñado diario (30 gr) de frutos secos (una sola variedad o mix)  trae todos lo beneficios antes mencionados. Si genera malestares gastrointestinales, se puede probar su consumo dejándolas previamente en remojo durante 6 horas, de este modo mejoramos su digestibilidad. También se consume en forma de leche de avellana, solas, en preparación o donde más guste. Es una buena opción como snack en la noche, ya que no elevan el índice glucémico.